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El voto "online" es una opción técnicamente posible, segura y
fiable y, además, podría reducir la abstención. El Comité de Ministros del
Consejo de Europa aprobó recientemente una recomendación que contiene
disposiciones para organizar y verificar unas elecciones o un referéndum a
través de la Red.
Este novedoso texto jurídico afirma que es necesario tener en cuenta que "las
nuevas tecnologías son cada vez más utilizadas en la vida diaria", por lo que
"los Estados miembros deben incorporar estos desarrollos en su práctica
democrática". Pero el argumento de fondo es sin duda la abstención, que se ha
convertido en una tendencia preocupante en comicios como los europeos.
La posibilidad de votar de un modo seguro, confidencial y fiable, con un simple
"clic" de ratón podría reforzar la participación ciudadana. No en vano, en
Bélgica, el voto electrónico representó casi la mitad de los sufragios emitidos
en las últimas elecciones legislativas este año, aunque sólo fue posible a
través de los terminales instalados en los colegios electorales tradicionales.
"Urna electrónica"
La recomendación del Consejo de Europa establece que "el voto 'online' deberá
ser tan fiable y seguro como las elecciones y referéndum democráticos que no
hacen uso de medios electrónicos". Del mismo modo que se realizan transacciones
económicas o se gestiona una cuenta bancaria por Internet, la recomendación da
por adquirido que es posible técnicamente verificar la identidad del votante y
registrar su voto en una "urna electrónica" segura, hasta que las autoridades
"abran" esta urna y computen los votos.
Otra disposición señala que "el modo en que los electores son guiados a través
del proceso de voto electrónico será tal que evitará un voto precipitado o sin
reflexión". El sistema, además, "no deberá permitir que sea ejercida ninguna
influencia manipuladora sobre el elector durante la votación". Debería ser
igualmente posible interrumpir el proceso o rectificar, siempre y cuando no se
haya introducido ya el sufragio en la "urna electrónica".
Las garantías de confidencialidad ocupan un capítulo específico en la
recomendación, que indica que todo el proceso deberá ser cubierto por un sistema
que garantice el secreto, no sólo de cada voto individual sino también el acceso
a la "urna electrónica", sólo posible para las "mesas electorales" a
partir de la hora de clausura, y en el recuento. |