Presidenciales USA 2004

 

Las elecciones USA polarizan la atención del mundo: Nadie es indiferente a lo que hoy suceda
George W. Bush (izquierda) y John Kerry cuentan con preferencias de toda índole en cada uno de los cinco continentes, para las elecciones presidenciales de Estados Unidos.  

Resumen de Agencias y redacción Noticiasdot.com - En América Latina, México y Brasil se inclinan por la candidatura demócrata, y Argentina espera la reelección del actual Presidente estadounidense. Mientras los gobiernos de los países árabes se inclinan por el candidato republicano, sus ciudadanos lo consideran un enemigo. En Europa, las opiniones están también muy divididas. El gobierno britanico (laborista) vería como se quedan sin otro de los socios de la foto de las Azores e igual que Rusia, apuestan por la continuidad de Bush. En España, Francia y Alemania, en cambio se contempla la posible victoria de Kerry la mejor manera de rehacer los vinculos con la Casa Blanca.


España

El Gobierno español espera un triunfo del candidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos, John Kerry, una victoria que contribuya a mejorar las relaciones entre España y la superpotencia, que se enfriaron -tras años de estrecha cooperación- por la decisión de José Luis Rodríguez Zapatero de retirar las tropas de Irak. El Ejecutivo socialista insiste en su neutralidad cuando hace declaraciones oficiales, pero fuentes cercanas al presidente señalan que éste preferiría ver a Kerry en la Casa Blanca. Entre otras cosas porque, vaticinan, tendría más en cuenta a la ONU a la hora de adoptar ciertas decisiones y aliviaría la tensión con sus socios europeos.

En su campaña de las pasadas elecciones generales, Rodríguez Zapatero afirmó que prefería al líder demócrata, quien después le criticó por hacer volver a los soldados. El mandatario también lanzó guiños a Kerry y, en ocasiones, utilizó frases suyas, como cuando afirmó que «la fe no se legisla» para contestar a las protestas de la Iglesia por su política ante el matrimonio homosexual, el aborto o el divorcio. Sin embargo, prevé que la actual frialdad en las relaciones bilaterales se mantenga si triunfa Bush.

No obstante, la postura oficial es que los dos países son «aliados» y «amigos», por lo que cualquier resultado le «parecerá bien». Públicamente, el presidente también sostiene que las relaciones con Estados Unidos son normales, y acentúa que su gabinete tiene contactos con la administración Bush todas las semanas.

En el Partido Popular opinan que lo mejor para el Gobierno es tener buenas relaciones con la Casa Blanca y creen que el Gobierno español hace una lectura errónea de la posible victoria de Kerry si cree que la política de Estados Unidos hacia España va a cambiar por una victoria demócrata. Aunque el principal partido de la oposición no se ha manifestado públicamente jugando a la neutralidad "política" , todas las fuentes insisten que una victoria de Bush seria interpretada como una confirmación de sus tesis y un balón de oxigeno para la actual cupula del partido formada por las mismas personas que conformaron el anterior ejecutivo que aprobó la intervención en Irak. La única preocupación que podría derivarse en el PP es que Jose Maria Aznar aumentaría en protagonismo reduciendo el liderazgo que teóricamente mantiene Mariano Rajoy en este partido

Tanto El País como El Mundo han mostrado su apoyo a Kerry, mientras que los periódicos conservadores (tanto impresos como digitales) siguen apostando por la vitoria de Bush

Europa

Una encuesta publicada en septiembre por la empresa de investigación GlobeScan reveló que salvo en Polonia, los ciudadanos en toda Europa preferirían que John Kerry fuera el futuro presidente.

En muchos de los países de Europa occidental el margen entre el candidato demócrata y el presidente es enorme. En Alemania el 74% prefiere a Kerry, sólo 10% a Bush. En Francia el balance es de 64% por Kerry, 5% a favor de Bush. La misma tendencia pero menor se registra en Italia (58% frente a 14%), España (45% frente a 7%) e incluso en el Reino Unido (47% frente a 16%).

Sin embargo, no siempre la opinión de los ciudadanos coincide con la de sus gobernantes. Un caso claro es el del Reino Unido, donde Blair se ha identificado claramente con la politica exterior propulsada por George W. Bush.

En los últimos días y ante una "presumible victoria demócrata" analistas británicos intentan quitar hierro a ese apoyo en el que Blair se ha visto involucrado y que le ha supuesto graves enfrentamientos en su partido y una perdida de confianza ante electores laboristas. Así opinan que la victoria de Kerry no seria un gran revés y que incluso podría beneficiarse de un cambio de orientación política en EE.UU. y sus consecuencias sobre la crisis de Irak, atado ahora de pies y manos a las decisiones que toma Bush.

“En términos de política interior, una victoria de John Kerry sería más fácil” para el Primer Ministro británico, explicó el politólogo Lord William Wallace. La victoria de Bush, en cambio reforzaría su estrategia en la politica internacional, aunque ello le llevaria a seguir manteniendo la actual presencia en Irak y posiblemente reforzarla.

Mientras tanto, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, dio un contundente apoyo a Bush al declarar que el “objetivo de los terroristas en Irak es impedir su reelección”, por lo que un fracaso en los comicios de noviembre sería una victoria para ellos.

Moscú considera las elecciones estadounidenses como un tema interno de ese país pero preferiría la reelección de Bush, según analistas. Recordaron que Kerry ha criticado la forma en que Putin conduce al gobierno.

Francia, el país que más decididamente se enfrentó a George W. Bush en su deseo de invadir Irak, apuesta sin ambages por su rival, John F. Kerry, en las elecciones que se celebrarán el próximo 2 de noviembre en Estados Unidos. Aunque políticamente, París se prepara para ambas hipótesis, ante la imposibilidad de predecir un resultado.

Francia. Todas las encuestas indican que el índice de apoyo de los franceses al candidato demócrata supera incluso el 70 por ciento, por un magro 10 por ciento de su rival republicano. Un 77 de los ciudadanos galos opinan que una victoria de Kerry "favorecería a Francia", según un sondeo aparecido el 28 de octubre en el diario 'Le Figaro'.

A este apoyo masivo de la población, se unen las sutiles declaraciones provenientes del poder político, aunque ningún responsable del Gobierno ha expresado públicamente su deseo de que venza Kerry. El ministro de Asuntos Exteriores francés, Michel Barnier, reivindicó el pasado lunes la necesidad de establecer "una nueva alianza" entre Francia y Estados Unidos, a partir del fin del periodo electoral en el país norteamericano. "Necesitamos una nueva alianza, una alianza basada en el respeto mutuo, que no es un juramento de fidelidad", añadió el responsable diplomático.

Otros responsables políticos, sin esconder su deseo de que gane John Kerry, han expresado sus dudas sobre las consecuencias de una victoria demócrata para Francia. Dominique Moïsi, experto del Instituto Francés de Relaciones Internacionales de París, asegura hoy al diario 'Libération' que no excluye que exista un "deseo secreto" en la jefatura de Estado francesa "de ver a Bush reelegido". "Sería más cómodo", argumenta Moïsi, "París no tendría que revisar sus tesis, notablemente su rechazo a enviar soldados en Irak. Porque si Kerry, elegido, se lo pide, le será difícil mantener este rechazo".

Alemania. Opinión parecida es la del Gobierno alemán. Según se comenta a nivel oficial para Alemania lo fundamental no es que gane George W. Bush o John Kerry, porque Alemania y Europa deben entenderse con cualquier presidente estadounidense, sea republicano o demócrata. Incluso tanto en la Cancillería como en el Ministerio del Exterior alemán se ha advertido que aunque gane Kerry no cabe esperar un giro de 180 grados en la política de Estados Unidos.

De otra parte, el Vaticano no se pronunció a favor o en contra de ninguno de los candidatos a las elecciones de mañana, según el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls. Aunque John Kerry sea católico, la derecha religiosa estadounidense (tanto protestante como católica) han hecho frente común con Bush .

América Latina

Durante los cuatro años del gobierno de Bush, Latinoamérica perdió dramáticamente un lugar en la agenda de la Casa Blanca.

El ministro brasileño de Industria y Comercio Exterior, Luiz Fernando Furlan, afirmó que “la gestión del presidente Bush no fue altamente positiva” para Brasil y que el candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, representa “una esperanza”.

“Cada uno de ellos tiene pros y contras”, dijo Furlan. “Si analizamos los cuatro años del gobierno Bush, lo que representó para Brasil, todo sumado, no es un resultado altamente positivo”, afirmó el Ministro.

Entre tanto, México está más atento de la composición del Congreso de EE.UU., que al vencedor entre Bush o Kerry.

“Ellos (los congresistas) son quienes cambian las leyes”, comentó el canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, tras la dura experiencia que tuvo el presidente Vicente Fox con Bush en el tema migratorio.

Aún así, analistas como César Pérez, consideran que “si el ganador es Kerry existe la esperanza de que se abran mayores canales de comunicación con su Gobierno para buscar un mayor entendimiento en problemas graves de México”.

En cambio, Argentina podría salir beneficiada con una reelección de Bush considerando el “apoyo relativo” que el Presidente estadounidense le brindó en el tema de la deuda.

De ahí que Juan Gabriel Tokatlián, director de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés de Buenos Aires, opine que el triunfo de Kerry podría beneficiar a Argentina considerando el plano global o regional, pero no particular. “Kerry ni sus asesores se manifestaron sobre el mayor condicionante del futuro argentino”, indicó Tokatlián.

Asia

Opuestos a la política intervencionista y belicosa de George Bush, los chinos prefieren a John Kerry, pero el gobierno se muestra inquieto por las posiciones en materia comercial del candidato demócrata.

“Los chinos encuentran que las opciones de Bush en política extranjera están demasiado centradas en los intereses estadounidenses”, afirma Zhu Feng, experto de las relaciones chino-estadounidenses.

El Gobierno chino, teme sin embargo, una posición comercial más dura si Kerry gana.

Oriente Medio

Los israelíes han optado con claridad por Bush, mientras que son numerosos los palestinos que rezan por un triunfo de Kerry.

Curiosamente, cuatro años atrás, Bush suscitó la desconfianza en Israel por sus relaciones privilegiadas con el ‘lobby’ petrolero y porque su padre tenía una imagen pro árabe.

Los palestinos, por su parte, esperan que el próximo ocupante de la Casa Blanca, que ha marginado a Yasser Arafat y respalda a Israel, cambie de política después de las elecciones.

Liga Arabe

Los gobiernos árabes del Golfo se inclinan por Bush, a la inversa que sus ciudadanos, que consideran al Mandatario saliente como un enemigo de los musulmanes.

A pesar de la tensión que marcó las relaciones entre Arabia Saudita y Washington bajo la presidencia de Bush, Riad respalda su reelección a causa de la “hostilidad manifiesta” que expresó su rival demócrata John Kerry respecto a este reino.

De todos modos, Mohsen Al Awaji, islamista saudita moderado, también dio cuenta de una amplia corriente a favor de Kerry en Arabia Saudita. “No es por amor a Kerry, sino por odio a Bush por su política hacia los musulmanes”, declaró Awaji.


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domingo, 25 mayo 2014

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