Agencias - La prensa norteamericana denunció ayer el sistema
electoral nacional y el modo de organización de los comicios, que corre el
riesgo de ser acusado una vez más de irregularidades.
"El sistema de votación, un caos", titula un editorial de Los Angeles
Times.
"A pesar de que es seguro lo de que cada voto cuenta, no es tan seguro que
cada papeleta de votación vaya a ser contada", indicó el diario de la costa
oeste, que prevé un retraso en el anuncio de los resultados, como en 2000, y
denuncia "la incompetencia, el fraude y las legislaciones contradictorias (...)
según los estados" que amenazan al sistema de votación.
"Todo esto pudo evitarse", agrega y subraya que se pudieron haber
adoptado medidas, sobre todo por parte del Congreso, para evitar
probables denuncias y cuestionamientos.
"Cuatro años después de la designación del presidente por la Corte Suprema,
el derecho a votar sigue estando cojo", escribe Los Angeles Times.
Mientras, The New York Times se burla a su manera del sistema electoral,
publicando "un modo de empleo" para votar. "¿Qué hacer el día de la
elección?", escribe el periódico, que destaca que, contrariamente a lo que
se puede pensar, votar es "una tarea difícil".
El periódico denuncia la inexactitud de los padrones electorales, las reglas
diferentes y a menudo contradictorias sobre la presentación de los documentos de
identidad, y advierte a los electores en los estados decisivos de que "deben
prepararse a luchar para que su voto sea contabilizado".
Por su parte, The Washington Post critica más al sistema electoral y el
principio de la designación de los grandes electores. "Una mayoría de
norteamericanos es dejada de lado" en la campaña, denuncia la publicación,
que se pregunta: "¿el Colegio Electoral es una reliquia que debe archivarse y
reemplazarse?". En todo caso, señala que nadie en el mundo tomaría el
ejemplo de este sistema electoral.
Mientras, el popular USA Today, uno de los grandes diarios que no tomó posición
por ningún candidato, señalaba hoy que ése no es su papel.
En lo que respecta a The Wall Street Journal, afirma que "si Bush no es
reelegido, no será porque haya querido hacer poco, sino porque demasiados
norteamericanos, nostálgicos de la calma ilusoria de los años 90 y enfrentados
al hábito de Bush de acelerar la historia, quieren una pausa".
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