Un delirante juego de internet hace por estos días de las
suyas a costillas de un hombre negro, caricaturizado como un nativo con
taparrabos y hueso en la cabeza.
Junto a un hombre blanco vestido normal, el moreno es la “víctima” de un juego
en el que el jugador debe hacer saltar la cuerda al personaje elegido.
Lo peculiar es que la cuerda en realidad es un alambre de púas, así que cada
error cuesta la mutilación de un miembro, hasta morir en un pozo de sangre.
Todo este horror, ante la mirada curiosa de un tiburón que ronda la isla en la
que se desarrolla el juego.
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