La decisión se justificaba en el hecho de que los teléfonos móviles con cámara
podían ser usados para fotografiar mujeres sin su consentimiento (o el de su
marido o familiar directo, para ser más exactos) algo que se opone a las leyes
religiosas de ese país. Para los imanes, esa práctica
constituye un “un daño moral” para la castidad de las mujeres involucradas y
presionaron al gobierno para que adoptará esa medida restrictiva.
El gran muftí de Arabia Saudí, el jeque Abdul Aziz al
Sheij, dijo que los móviles con cámara no eran compatibles con el islam porque
podían ser utilizados para "difundir el vicio".
Anclado en el pasado
Si bien en muchos terrenos la sociedad saudita esta aún anclada en el pasado,
no sucede lo mismo en el terreno tecnológico. Los habitantes de ese país con
mayor poder adquisitivo se precian de disponer de los últimos adelantos, cosa
imposible en el terreno de la telefonía móvil donde la inclusión de cámaras
digitales en los móviles más modernos esta al orden del día.
En su petición -formulada conjuntamente por el
Ministerio del Interior, el de Comercio e Industria, el de Comunicaciones e
Información y Tecnología y el de Finanzas- argumentan que los móviles con cámara
son avances tecnológicos al igual que la televisión e Internet, señala la
información.
Arabia Saudita importa 6 millones de celulares por año, y los
ministros que hicieron el pedido tuvieron en cuenta que la mayoría de los nuevos
modelos vienen con cámara incorporada. Si se mantuviera la prohibición, las
compañías deberían fabricar teléfonos especiales para el país musulmán, con el
consiguiente aumento de precios. Además esto provocaría que el mercado negro de
celulares con cámara aumentara aún más.
Una actividad tan lucrativa que países vecinos se han
convertido en los principales compradores de este tipo de terminales para luego
revenderlos en sus visitas a Arabia Saudita |