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En sintesis |
- La directiva pretende armonizar la manera en la que los
Estados de la UE patentan las invenciones ejecutadas por equipos
informáticos, como ciertas innovaciones para maquinaria
industrial o automóviles.
- Se prevé la oposición de España y la abstención de Austria,
Italia y Bélgica
- La aprobación por el Consejo de Ministros obligará a una
segunda lectura en el Parlamento Europeo, contrario a la
redacción actual.
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La presidencia de turno luxemburguesa incluyó la cuestión en la agenda
del Consejo como "punto a", denominación que reciben los asuntos que en
principio son aprobados por los ministros sin debate, según fuentes
comunitarias.No obstante, y aunque lo consideraron improbable, las fuentes
no excluyeron que el debate vuelva a reabrirse el lunes, dada la polémica
generada por la iniciativa, las reticencias expresadas por los parlamentos de
Alemania y Holanda, y las reservas formuladas en las últimas semanas por el
Gobierno de Polonia, aunque estas fueron finalmente levantadas.
En caso de que se confirme el acuerdo político -esbozado en mayo por los
ministros, con el voto en contra de España y la abstención de Austria, Italia y
Bélgica-, la directiva estaría aún pendiente de la segunda lectura en el
Parlamento Europeo, reacio a la directiva en sus términos actuales.
De hecho, el pasado 17 de febrero, y tras una demanda de la comisión
parlamentaria de Asuntos Jurídicos, los presidentes de grupos políticos de la
Eurocámara pidieron a la Comisión Europea (CE), autora de la propuesta, que
reinicie todo el proceso de tramitación. La CE no ha atendido la solicitud
aduciendo la conveniencia de que el Consejo de Ministros se pronuncie sobre el
texto que ya está en tramitación.
La directiva pretende armonizar la manera en la que los Estados de la UE
patentan las invenciones ejecutadas por equipos informáticos, como ciertas
innovaciones para maquinaria industrial o automóviles.
La CE sostiene que el texto es suficientemente claro para evitar toda deriva
hacia la patentabilidad de programas informáticos que no aporten ninguna
contribución técnica.
Sin embargo, partidarios del uso libre del software denuncian que podría
servir de base legal para que grandes empresas como Microsoft, Nokia, Ericsson
o Alcatel blinden mediante patentes el uso de algoritmos o fórmulas
informáticas, hasta ahora sólo sujetas al pago de derechos de copia.
La propuesta, planteada por el anterior comisario de Mercado Interior Frits
Bolkestein, fue revisada en primera lectura por el pleno de la Eurocámara en
septiembre de 2003, que incluyó una enmienda por la que se excluía expresamente
la posibilidad de patentar programas informáticos como tales.
Pero el Consejo de Ministros rebajó el tono de la enmienda en el principio
de acuerdo sobre el texto que alcanzó el pasado mes de mayo, con el voto en
contra de España, y la abstención de Bélgica, Italia y Austria. |