Agencias . Según The New York Times, tanto destacados
legisladores como Kevin J. Martin, nuevo director de la FCC, han propuesto
extender las ’reglas de la indecencia’, que fueron endurecidas
significativamente el pasado año tras el ’pezongate’ -el incidente de Janet
Jackson en la Super Bowl-. También están estudiando importantes incrementos en
la cuantía de las multas así como nuevos procedimientos que podrían poner en
peligro las licencias de las emisoras que violen las normas repetidamente.
Algunos legisladoes como el senador republicano por Alaska Ted Stevens, líder
del Comité de Comercio, han sugerido que podría ser momento de extender las
reglas de la decencia a los proveedores de cable y satélite, cuyas emisiones
llegan ya al 85% de los hogares estadounidenses.
Varias organizaciones que se oponen a lo que consideran "programación
indecente" han unido sus fuerzas a grupos de consumidores que llevan tiempo
intentando estrechar la regulación de la industria del cable y forzarla a
ofrecer a los consumidores paquetes más baratos de lo que se llama ’servicios a
la carta’. Los abogadores de las compañías de cable aseguran que imponer los
estándares de decencia en la programación de pago podría violar la Primera
Enmienda.
Varios de los grupos ’anti indecencia’, cuenta The New York Times, ven en los
’servicios a la carta’ una fórmula para que los consumidores ’bloqueen’ la
programación que consideran indecente.
Kevin J. Martin está entre los miembros más agresivos de la FCC que, entre otros
cometidos, vela por que se cumplan las reglas. Se espera que el presidente Bush
anuncie en breve el nombre de dos nuevos miembros de esta comisión integrada por
cinco personas. Los nuevos nombramientos determinarán si el punto de vista de
Martin prevalecerá en la agencia.
En 2004, este organismo propuso multas de cerca de ocho millones de dólares en
12 casos que afectaron a televisiones y cadenas de radio. Un año antes impuso un
total de 440.000 dólares de multa en tres casos que afectaron sólo a la radio.
El número de quejas también ha crecido a más de 1,4 millones el año pasado, en
comparación con las 111 registradas en 2000, aunque fuentes oficiales de la
comisión señalan que la mayoría de las quejas proceden de ’Parents Television
Council’, una de las organizaciones más combativas.
Michael K. Powell, antiguo director de la comisión, fue muy criticado por las
cadenas, los grupos en defensa de las libertades civiles y los productores por
haber adoptado una línea muy dura con respecto a los casos de indecencia. Martin
la ha endurecido aún más.
Su criterio acerca de este asunto está recogido en una carta que remitió al
presidente de ’Parents Television Council’ en 2003. "Ciertamente, emisoras y
operadores de cable cuentan con los derechos de la Primera Enmienda pero esos
derechos tienen fronteras -escribió-, están limitados por la ley y deberían
estar limitados también por el buen gusto".
Su parecer encuentra eco en el Congreso estadounidense, que el mes pasado aprobó
con 389 votos a favor y 38 en contra una norma para incrementar la cuantía de
las multas.
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