Bautista ‑que fue presentado por el actual rector de la Universidad
Complutense, Carlos Berzosa‑ abordó cuestiones prácticas como la distribución
de contenidos en las redes digitales, la autorregulación del nuevo modelo
tecnológico y digital o el papel de las entidades de gestión y del autor en la
sociedad del conocimiento.
Eduardo Bautista abogó por una defensa sin fisuras del papel del creador, ya
que, según recordó, “el autor es el punto de arranque de la cadena de valor
añadido en las industrias culturales y éste es un sector en alza que,
actualmente, ocupa en nuestro país a 750.000 empleados y genera el 6% del PIB”.
En ese sentido, reclamó que la futura Ley de Propiedad Intelectual se erija en
el marco legal adecuado “que impida el desvanecimiento de la propiedad
intelectual y estimule a los creadores a vivir del rendimiento de sus obras”.
“Los creadores, sin una ley para protegerlos, serían como los trabajadores
manuales sin un estatuto laboral que consagrara sus derechos sindicales”,
remachó.
El presidente ejecutivo de la SGAE dibujó también los desafíos y oportunidades
que plantea la revolución tecnológica: la desmaterialización de las obras
intelectuales, la irrupción masiva de Internet, la proliferación de delitos
contra la propiedad intelectual y, lo que es más grave, la irresponsabilidad en
la explotacion de las obras en la Red o la noción de pérdida del derecho de
propiedad por los autores. “La cultura siempre ha sido un bien intangible y
con los cambios tecnológicos su intangibilidad es aún mayor”, anotó.
Sello de calidad para las webs
Por todo ello, Bautista reclamó el establecimiento de “sistemas efectivos”
de control de las infracciones cometidas a través de Internet. “Es hora
de que los poderes públicos asuman su responsabilidad respecto de esta falta de
sensibilización, sobre todo si nos comparamos con otros países de la UE”.
Esos compromisos pasarían por la sensibilización del público, el incremento de
medios materiales y humanos para luchar contra la piratería, la reducción del
IVA y, como novedad, la puesta en marcha de un Sello de Calidad para
identificar sitios web que distribuyen de acuerdo a la legalidad vigente.
También estarían implicadas las entidades de gestión de derechos, los
fabricantes de equipos electrónicos y desarrolladores de software y los
proveedores de servicios de telecomunicaciones, de los que Bautista reclamó “un
estricto respeto para con la propiedad intelectual”. |