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La presente nota fue publicada originalmente en el Diario El
Espectador, de Colombia, el miércoles 2 de marzo de 2005, con el título
de "Los Papas y las profecías" |
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Ahora que el Santo Padre romano ha dejado su terrenal vida, el interés
por lo que dicen las profecías ha aumentado.
¿Qué pasará después de que el Papa muera? ¿Sigue el fin del mundo? ¿El
siguiente Papa será el anticristo? Son entre otras, las preguntas que
estudiosos del tema tratan de resolver.
Marcelo Jiménez, experto español en el estudio de predicciones y
adivinaciones, explica que, según las profecías de San Malaquías –un monje y
arzobispo irlandés del siglo XI– después de Juan Pablo II vendrán sólo dos
Papas más. Pero aclara que, “muchos interpretan esto como si llegara el fin
del mundo. Yo no lo veo así, lo que sigue es el fin de la dinastía Papal y el
comienzo de otra era dentro del Vaticano”.
Los apocalípticos, creyentes de que el fin del mundo está cerca, aseguran
por el contrario que después de la muerte de Juan Pablo II lo que sigue es el
Juicio Final.
Pero, ¿hay motivos para creerle a San Malaquías? Según Jiménez, este visionario
irlandés ha sido uno de los pocos profetas, además de Nostradamus, que ha
acertado en sus predicciones sobre los Papas.
Sin embargo, también recuerdan, que Nostradamus se equivocó con Juan Pablo
II. Profetizo que su muerte sería fruto de un atentado y llego a señalar el día
y el lugar donde se produciría. El atentado ocurrió, aunque no así su muerte.
Algunos expertos consideran que Nostradamus baso sus predicciones referentes
a la iglesia en las visiones de San Malaquías y que la única diferencia entre
ambos es que prevé que tras la muerte del actual Papa le sucederá otro, llamado
Papa Negro y luego sobrevendrá el Apocalipsis.
San Malaquías
El monje irlandés predijo su propia muerte en 1148. El primer papado que
este profeta anticipó fue el de Celestino II, que reinó en 1143. Toda su obra
está escrita en lemas: por caso, en el lema 107 se refiere a un “Pastor
Navegante”, que es Juan XXIII (1958-1963), elegido Pontífice cuando
se desempeñaba como cardenal de Venecia, la ciudad de los navegantes y recibía
el título de “Pastor de Venecia”.
También, dicen sus seguidores, profetizó la llegada de Juan Pablo I o el
“Papa bueno”, como lo llamó San Malaquías, de quien aseguró duraría muy
poco en el trono y luego sería asesinado. Juan Pablo I duró 33 días en la silla
de San Pedro y, según los investigadores, murió envenenado.
Sus profecías están consignadas en un breve libro en donde hay una lista de
111 títulos latinos, uno por cada Papa que reinaría a partir de su época. Estos
títulos o lemas predijeron los nombres de los futuros Papas, su lugar de
nacimiento, sus blasones o títulos y los hechos más importantes sucedidos bajo
su papado. La obra de Malaquias fue publicada por primera vez en 1595,
cuatrocientos años después de su muerte.
“Malaquías acertó en muchos datos, en todos diría yo, pero es que siempre
hay algo de interpretación”, explica Angeles Macela, estudiosa del tema en
Italia.
Siguiendo con Malaquías, ahora los escritores están recordando el lema que le
correspondió a Juan Pablo II, “De Labore Solis” (Del trabajo del Sol) y
aseguran que se refiere a su largo papado, a sus problemas de salud y a su
insistencia en seguir en la silla de San Pedro.
Ya hay muchas interpretaciones a la profecía de quién lo sucederá. Según
Malaquías, al que sigue le correspondería el lema “De Gloria Olivae” (De la
gloria del olivo) que, según los intérpretes de las profecías, podría
significar que el nuevo Pontífice será benedictino, orden conocida también como
olivetana. También se ha dicho que el próximo Papa puede ser de origen judío,
ya que la rama del olivo es un símbolo antiguo de la raza judía.
Con nombres propios, las cosas están de la siguiente manera.
Dicen los “profetólogos” que el arzobispo de Florencia, Silvano Piovanelli,
quien acaba de cumplir los 81 años, podría ser el elegido si se tiene en cuenta
que su familia siempre vivió del cultivo de las aceitunas. También citan al
Arzobispo de Milán, el cardenal Carlo María Martini, un jesuita intelectual que
ha publicado más de 50 libros en colaboración con Umberto Eco. El olivo siempre
ha sido asociado a Jerusalén, precisamente el lugar elegido por Martini para su
retiro.
Sin embargo, Macela explica que el concepto de “Gloriae Olivae” no tiene que
tomarse tan al pie de la letra y que el próximo Papa lo que traerá será un lema
de paz, tal como lo señala el olivo. “Lo veo como que el destino del sucesor
de Juan Pablo II será la mediación, negociación e intercesión. El hombre que
sigue tiene que estar excepcionalmente dotado para la conciliación, el acuerdo,
y la consecución de la Paz”, asegura la experta italiana.
Los análisis de los expertos han detenido sus miradas en el judío converso Jean
Marie Lustiger, quien proviene de familia judía afincada en Alemania y
actualmente es el Arzobispo de París, en Francia. Curiosamente, según el
intérprete más famoso de las profecías de Nostradamus, Jean Michel de Fontbrune,
el Papa que sigue sería un judío.
Algunos estudiosos de las profecías sobre el Vaticano y el fin del mundo,
también creen que con el nuevo Papa judío en el trono de San Pedro, comenzará
una fusión de todas la religiones monoteístas, una futura Iglesia Mundial cuya
sede se ubicaría en Jerusalén. El Nuevo Orden Mundial y la Globalización
política mundial tendrían su reflejo también en la religión. Según esta
interpretación, el nuevo responsable que se colocará al frente de esta Iglesia
Global será reconocido por los judíos. Los cristianos verdaderos se mantendrían
al margen de esta globalización religiosa, y tal como dicen las profecías, en
los últimos tiempos serán perseguidos por la Bestia y el Gobierno del 666.
Sin embargo, la situación dentro del Vaticano, en donde realmente se elige al
Papa, es complicada. Cuentan fuentes cercanas al Papa, que dentro de los que
eligen al Sumo Pontífice hay dos bloques claramente divididos. Uno, es el de
los italianos, la agrupación más fuerte en Roma, y otra que es la que reúne a
los hispanoamericanos. Y aquí entra otra profecía, aquella de Nostradamus que
habla del Papa negro. Se dice que para una solución neutral, quien podría
suceder a Juan Pablo II sería el cardenal Francis Arinze, el único africano
entre los papables. Arinze es nigeriano y dirige el Consejo Pontificio por el
Diálogo entre Religiones. En este caso, el lema del olivo estaría relacionado
con la paz.
Y llegamos al último lema de San Malaquías: “Petrus Romanus” o Pedro el
Romano. Malaquías profetizó que este Papa “habrá de apacentar a sus ovejas
padeciendo muchas tribulaciones, y luego un juez tremendo vendrá a juzgar a su
pueblo”.
Los intérpretes no se ponen de acuerdo: algunos ven el fin del mundo en esta
profecía; otros ven una referencia a una renovación espiritual de la Iglesia.
Lo cierto del tema es que las profecías de Fátima y los augurios de otros
profetas vaticinan una época de cambio para la Iglesia. |