Según datos de las empresas de seguridad, un 30% de las actuales redes
wireless se encriptan utilizando una clave WEP de 128bits para garantizar que
ningún usuario ajeno pueda acceder al sistema. El otro 70% son accesibles a
todo aquel que disponga de los conocimientos necesarios para conectarse a
través de ellas.
En una conferencia en Los Angeles agentes del FBI demostraron como podían
penetrar en una red wireless cifrada a 128bits en unos tres minutos. |