El estreno de Sin City tiene sobre ascuas a la taquilla de EEUU.
El fin de semana pasado ya lideró la taquilla, imponiéndose a otras dos
comedias: 'Beauty
Shop', un 'spinoff' de la saga de La Barbería y 'Guess Who', que
lideró la taquilla del anterior fin de semana.
Miller es autor de innumerables comics, aunque en más de una ocasión se le ha
criticado el hecho de aprovechar al máximo sus personajes. Miller encumbró al
personaje Daredevil cuando estaba acabado, creó a su compañera Elektra, diseñó
los parámetros de Robocop para sus secuelas cinematográficas, retrató la
historia de la batalla entre griegos y espartanos en “300” y dotó a Batman de
más años de lo aceptable y así contar su descenso a los infiernos. Series como
“Batman: the Dark Knight Returns” o el relato de samurais “Ronin” son
consideradas fundamentales en el mundo del cómic.
Sin embargo, es “Sin City” su obra cumbre. La “ciudad del pecado” es el
escenario perfecto donde se desarrollan historias de suburbios, rencillas,
existencialismo, crimen y pasión. Tomando prestado no sólo la apariencia y el
sentimiento de su fuente de inspiración, las historietas sobre criminales
publicadas por el caricaturista Frank Miller, el director méxicano Robert
Rodríguez asume la libertad de imprimirle al relato su impronta personal hasta
convertirlo en un viaje alucinante. En el trabajo de dirección colaboran,
también, el propio Miller y Quentin Tarantino, como director asociado. Las
tres historias que componen el filme están fuertemente emparentadas con Pulp
Fiction y todas ellas se entrecruzan entre si. En la primera, El difícil adiós,
Marv (Rourke) despierta con una prostituta muerta entre sus brazos. Dispuesto a
cobrar venganza, el justiciero llega hasta las entrañas de Sin City en busca de
Kevin (Wood), un asesino que adora comerse a sus víctimas.
En el segundo relato, El gran gordo muerto, la acción transcurre en una ciudad
regentada por prostitutas. La líder es Gail ( Dawson), quien tiene sellada una
santa alianza con los policías. Entre ellos se encuentra Jackie Boy ( Del Toro),
un decapitador que vigila a Dwight (Owen), un hombre con una cara desfigurada.
Este bastardo amarillo, el tercer segmento, es protagonizado por Willis, quien
da vida a Hartigan, un policía honesto que antes de gozar de buen retiro decide
salvar una niña de 9 años de las manos de un violador en serie (Nick Sthal).
Durante años la niña le sigue escribiendo al policía, hasta que un día éste
descubre que su bailarina favorita en un club nudista es ella.
Sin City le debe mucho a Pulp Fiction, no sólo en su estructura narrativa, sino
también en la construcción de sus personajes y sus diálogos. Mas allá de la
novedad de rodar en blanco y negro, hay otra serie de cosas interesantes en Sin
City.
Rodríguez filmó la cinta utilizando la técnica DLP, una modalidad que produce
una amplia gama de visos y tonalidades a la hora de filmar en blanco y negro.
Para garantizar la originalidad estilística, el realizador corrigió toda la
cinta digitalmente y utilizó una técnología que le permitió agregarle colores.
En su afán de darle relevancia a Miller, Rodríguez lo incluyó como co-director
de la cinta, pero la asociación de directores americanos (Directors Guild of
America) rechazó su decisión. En un hecho sin precedentes, el realizador chicano
prefirió renunciar a la asociación antes que negarle a Miller su crédito de co-director.
Tarantino también aparece como un director invitado, pero no se sabe a ciencia
cierta que escenas o secuencias filmó en la película. De lo que no hay duda es
del trabajo sensacional que realiza el elenco.
Si bien todos los actores lucen fuera de serie, Rourke se lleva los mejores
aplausos. Si Pulp fiction representó la resurrección de John Travolta, no sería
nada raro que Sin City significara el renacer de Rourke.
Según los entendidos, Sin City es al mismo tiempo un cómic de época y una novela
negra y obra retorcida obra para adultos, que muestra verdades impactantes y
pecados implícitos.
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