Agencias - La Universidad japonesa de Aomori está llevando a cabo una prueba piloto para
controlar la asistencia a clase de sus alumnos. En Japón se tiene muy en cuenta
para las calificaciones la asistencia a clase.
El sencillo sistema que han ideado es el siguiente. En cada clase el profesor
muestra a los alumnos un número especial. Los alumnos han de enviar ese número
mediante el e-mail de sus teléfonos móviles a la dirección del administrador de
estudios. Para evitar fraude o picaresca el administrador responde de forma
aleatoria a cinco de esos alumnos, que cuando reciben la respuesta deben
levantarse en el aula y decir su nombre en voz alta.
Se espera que esta medida, junto con la disciplina de los japoneses, ayude a
disminuir la asistencia a clase y mejore en su conjunto la experiencia
educativa, reduciendo a la vez el trabajo de control de los profesores.
La verdad es que no queda claro si el método será muy efectivo en la práctica,
pero seguro que es un interesante experimento.
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