Que la piratería es un "buen negocio" nadie lo duda y como muestra un botón.
Ocho jóvenes de Dinamarca habían creado toda una gran industria en torno a
música, juegos y programas para ordenadores.
Vendían sus productos a través de internet y una red de proveedores situados en
Israel, Alemania, Republica Checa y Polonia les suministraban CDs copiados con
los últimos éxitos del mercado.
En total, según aprecio un juzgado esta semana, habían llegado a vender un
millón de CDs con contenido pirata entre 1998 y el 2002.
La justicia les condeno a distintas penas que varian entre los doce meses de
cárcel y multas de diversa cuantía.
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