Estrecho de Banda para Finanzas.com - Un prestigioso informe anual de la UE
vuelve a llamar la atención sobre las sospechas de oligopolio en el mercado
celular nacional, como ya hiciera la CMT el pasado verano.
Utilizando datos de la OCDE, la Unión Europea realiza cada año desde hace una
década un estudio sobre las tarifas celulares continentales, que se ha
convertido en la referencia de prestigio sobre el tema.
El informe de 2004, conocido hace una semana, aborda por primera vez el
escenario tras la ampliación de la Europa comunitaria a 25 Estados. Sobre el
panorama español vuelven a sobrevolar las sospechas que son una constante en los
últimos lustros: nuestro universo celular esta entre los más caros del
continente y además sus precios son tan similares entre los operadoras que
pareciera que pudieran estar concertados.
Las conclusiones del estudio
Las cifras cantan. De los tres estándares de consumo mensual por cliente que
analiza el estudio comunitario, bajo, medio y alto, las tarifas celulares
nacionales sólo se sitúan por debajo de la media comunitaria, un 13%, entre los
usuarios con un gasto más reducido: mientras el promedio de la UE es de 17,6
euros al mes, el consumo de este colectivo de clientes españoles es de 15,8
euros para Telefónica Móviles (TEM.MC) y 15,1 para la filial local de Vodafone.
Ambas operadoras se sitúan en una zona equidistante entre los 36 euros que
satisfacen cada mes los sufridos clientes de la más cara, francesa Orange, y de
los afortunados usuarios de la más barata, Omnitel de Lituania con 5,5 euros.
(Amena queda fuera del estudio porque en él sólo incluye a los dos principales
operadores de cada país).
Los españoles adictos al móvil, y por tanto con el consumo mayor, se ven
severamente penalizados en relación con sus iguales de la Unión Europea: pagan
un 20% más.
Mientras la media de consumo de la UE 25 en este corte es de 63,4 euros al mes,
los clientes de Vodafone en España desembolsan 76,3 euros y los de Telefónica
Móviles 75,6 euros. En este grupo de clientes rentables, los más castigados son
los de la alemana T. Mobile que abonan cada mes facturas de 98,8 euros y los más
afortunados son los de la chipriota Cytamobile con un gasto de 29,2 euros.
En la zona templada de la tabla, los clientes celulares españoles que tienen un
consumo medio, soportan también un sobreprecio del 22% en relación con sus
iguales del Viejo Continente. Con un promedio comunitario de 36,6 euros al mes,
los abonados de Vodafone España satisfacen 46,1 euros y los de Telefónica
Móviles 42,9 euros.
Quedan lejos de la más cara, la holandesa KPN con 62,6 euros, pero sobre todo
muy distantes de la más barata, la lituana Omnitel con 14,5 euros de factura
media cada mes.
El juego de las similitudes
El otro rasgo sorprendente sobre el que incide el estudio europeo es el de la
semejanza en la estructura tarifaria de los dos operadores españoles analizados.
En las distintas clasificaciones del informe Telefónica Móviles y Vodafone
España ocupan siempre puestos que resultan sospechosamente cercanos, mostrando
que sus precios están calcados.
En el segmento de consumidores más modestos, Móviles ocupa el puesto 28 de las
49 operadoras estudiadas y Vodafone España el 33. En los clientes de consumo
medio la compañía de origen británico se sitúa como la novena empresa más cara,
mientras que la filial celular de Telefónica le persigue desde el puesto 15.
Entre los grandes consumidores celulares, Móviles se sitúa en el lugar 10 y
Vodafone va a continuación en el puesto número 11.
La sospecha de un posible comportamiento oligopolista de las operadoras de
telefonía móvil españolas, que también afectarían a la tercera en discordia,
Amena, han sido expresadas desde distintos organismos y en varias ocasiones.
Criticas en voz alta
La penúltima denuncia, y seguramente la más contundente, fue realizada el verano
pasado por la Comisión del Mercado de la Telecomunicaciones coincidiendo con el
informe anual que presenta en julio este organismo arbitral.
Carlos Bustelo, su presidente entonces, no se mordió la lengua y aportó datos
que reflejaban la enfermiza similitud entre los precios de las tres operadoras
españolas, a la vez que demostraba la falta de competencia real en tarifas.
Conocido el comprometedor diagnóstico de la UE, las empresas celulares
nacionales han guardado silencio.
Sólo se ha dado por aludido el consejero delegado de Vodafone España, Francisco
Román. Afirma que las tarifas de telefonía móvil no son el único elemento del
precio del servicio, sino que para establecer comparaciones con otros países y
determinar si existe margen de rebaja hay que tener en cuenta las altísimas
inversiones que las compañías realizan en el despliegue de las nuevas redes y en
la subvención de terminales.
Para el sorprendente mimetismo entre las tarifas de los tres jugadores no pudo o
no quiso aportar una explicación razonable. |