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Agencias - El estudio de la Universidad de Connecticut
sale a la luz el mismo día que el último número de la revista 'Newsweek', en el
que este semanario reconoce haberse equivocado al publicar que se profanó el
Corán en Guantánamo.
El caso de 'Newsweek' se suma a otros escándalos recientes que forzaron
la dimisión de prestigiosos columnistas de los periódicos 'Sacramento Bee',
'Detroit Free Press' y 'USA Today', y que amenazan con reducir la
ya dañada credibilidad mediática.
La investigación del centro de Connecticut muestra, por ejemplo, que sólo cuatro
de cada diez ciudadanos de EEUU piensan que los medios están haciendo una tarea
buena o excelente a la hora de ofrecer información exacta.
Por el contrario, siete de cada diez periodistas calificaron su trabajo como
bueno o excelente.
Pese a reconocer la gravedad de algunos de los casos que acaban de salir a la
luz, distintos responsables de asociaciones de medios se mostraban hoy confiados
en que lo ocurrido no es más que un bache pasajero.
'No creo que ahora haya más problemas que en el pasado', dijo a EFE Scott
Bosley, director de la Asociación Estadounidense de Editores de Periódicos,
quien se refirió al caso de 'Newsweek' como algo 'muy, muy duro'.
Bosley opinó que Internet y la existencia de canales que emiten 24 horas han
hecho más fácil que este tipo de incidentes salgan a relucir, ya que 'hay un
montón de gente tratando de comprobar la veracidad de las fuentes'.
Para Lori Robertson, directora de la revista bimestral 'American Journalism
Review', que se especializa en el seguimiento de medios, 'el creciente
énfasis de los medios en los beneficios y el consiguiente recorte de gastos hace
que haya menos gente para hacer el mismo trabajo'.
'Aun así no creo que los medios sean menos éticos ahora que en el pasado',
agregó a EFE Robertson.
La exactitud de la información no es el único contencioso entre lectores y
redactores.
El público y los representantes de los medios también discrepan sobre el uso de
fuentes anónimas, una práctica inadmisible según el 53 por ciento de los
ciudadanos, que se mostraron partidarios de que no se publiquen artículos con
fuentes no identificadas.
Sólo el 14 por ciento de los reporteros frenaría la impresión de una historia
que incluya fuentes confidenciales.
El tema es uno de los asuntos más candentes en EEUU, donde se discute si enviar
o no a la cárcel a Judith Miller, una periodista del 'The New York Times', y a
Matthew Cooper, de la revista 'Time', que se niegan a testificar sobre sus
conversaciones confidenciales con fuentes gubernamentales.
Con ese panorama, no es de extrañar que el 87 por ciento de los 300 periodistas
que participaron en el sondeo se muestren a favor de que se apruebe una ley
federal que permita mantener la confidencialidad de sus fuentes.
Entre los resultados sorprendentes de la investigación destaca el que un 22 por
ciento de los ciudadanos se mostrase a favor de que el Gobierno censure a los
medios, o el que sólo el 14 por ciento de los 1.000 entrevistados sepa que la
libertad de prensa está garantizada por la Constitución.
En cuanto a hábitos y tendencias, el informe apunta que un 61 por ciento de los
ciudadanos utiliza la televisión como su principal fuente de información, frente
al 50 por ciento hace ocho años.
La creciente popularidad de la televisión y de Internet ha pasado factura a los
periódicos, que vieron caer su circulación un 1,9 por ciento en el semestre que
terminó en marzo, uno de los peores retrocesos de los últimos años.
Internet también ha cambiado, y mucho, el trabajo periodístico, según relataron
los profesionales entrevistados.
El 61 por ciento de los 300 interrogados señaló que la red ha mejorado la
profesión y un 65 por ciento indicó que había incrementado la presión para
producir información más rápido. |