El trabajo se basó en una muestra de mil 400 habitantes del centro de Suecia
de 20 a 80 años de edad, quienes habían sido diagnosticados con tumores
cerebrales, malignos o benignos, entre enero de 1997 y junio de 2000.
La investigación encontró que los usuarios rurales de celulares digitales por
más de tres años, tenían tres veces más probabilidades de ser diagnosticados con
un tumor en el cerebro que el mismo tipo de personas pero en áreas urbanas.
El uso por cinco o más años cuadruplicaba el riesgo respecto a los usuarios
en ciudades, señaló el estudio reportado en la revista Occupational and
Envoronmental Medicine.
La investigación precisó que en materia de tumores cerebrales malignos, el
riesgo subía a ocho veces en el medio rural, aunque el número de casos
registrados fue bajo, advirtió el informe.
Los investigadores señalaron que existe una diferencia de potencia en la
telefonía celular en áreas rurales y urbanas, ya que en las primeras se requiere
una señal de mayor intensidad que en las segundas.
El sistema que genera esa mayor intensidad en conocido como el "adaptive
power control" o APC.
El grupo análizado fue comparado con un número similar en sexo y edad de
adultos saludables que viven en las mismas regiones, se evaluó a través de un
cuestionario el uso diario de celulares y teléfonos inalámbricos y se completó
con una historia de empleos.
El tiempo de uso de los celulares tuvo bajo impacto en la probabilidad de ser
diagnosticado con tumor cerebral, mientras que no hubo incidencias en los
usuarios solo de teléfonos inalámbricos o analógicos.
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