Agencias - La capital de EEUU cuenta desde el sábado con un nuevo sistema de
protección: rayos láser de colores que avisan a los pilotos de aviones privados
de que se han adentrado en el espacio aéreo restringido de Washington.
El sistema, que fue anunciado esta semana por la Fuerza Aérea, ha sido diseñado
para tratar de evitar las alarmas como la que hace menos de dos semanas obligó
a evacuar la Casa Blanca y el Capitolio.
El nuevo sistema, denominado WWS, emitirá una serie de rayos láser de baja
intensidad hacia las cabinas de mando de aviones que puedan aventurarse en la
zona restringida.
Los rayos tienen color rojo y verde, y servirán para indicar a los pilotos que
están en zona prohibida, explicó la Fuerza Aérea, que se ha propuesto "educar"
a los miles de pilotos privados de la región para que conozcan mejor el
sistema.
La ampliación de las restricciones al espacio aéreo en torno a la Casa
Blanca, que ahora es de un radio de 25 kilómetros, tuvo lugar tras los
atentados del 11 de septiembre de 2001.
Desde entonces, cientos de aviones han entrado por error en la zona, aunque
ninguno ha llegado tan lejos como el que el pasado día 11 llegó a estar a menos
de cinco kilómetros de la Casa Blanca.
Se trataba de una avioneta monomotor cuyo piloto extravió el rumbo, y que sólo
se desvió tras ser interceptado por dos aviones de combate F-16.
Ese día, la Casa Blanca elevó brevemente su nivel de alerta al máximo: el de
color rojo, a medida que el pequeño monomotor se adentraa en el espacio aéreo
restringido en torno a Washington.
La alarma hizo que la Casa Blanca fuera desalojada, al igual que la sede del
Congreso, el Tribunal Supremo y otros edificios oficiales durante unos quince
minutos.
Los F-16 fueron enviados de forma apresurada desde la base aérea de Andrews,
cercana a Washington, y la avioneta aterrizó en un pequeño aeropuerto de las
afueras de la capital estadounidense, donde los dos ocupantes fueron detenidos
para ser interrogados y posteriormente puestos en libertad.
Un helicóptero "Black Hawk" del Departamento de Seguridad Nacional se unió
también a las operaciones para acompañar al aparato a su lugar de aterrizaje.
El presidente de EEUU, George W. Bush, daba un paseo en bicicleta en ese
momento en los alrededores de la Casa Blanca, pero el vicepresidente, Dick
Cheney, fue evacuado, y la primera dama, Laura Bush, fue llevada al búnker
subterráneo que hay debajo de la mansión.
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