Incluso la persona más reservada y tímida puede revelar sus
"interioridades" sin desearlo, así lo denuncian la unión de Libertades
Civiles estadounidense (Aclu), quienes reclaman que “esta tecnología ofrece un
extraordinario potencial para el abuso”. Para la ACLU los scanners que se
utilizan en los aeropuertos no son más que máquinas de "registro al
desnudo virtual".
Barry Steinhardt, representante del organismo, dijo a la
Agencia Efe que el impertinente escáner era una máquina de “registro al
desnudo virtual”, asegurando que los modernos rayos X pueden revelar
detalles muy privados del viajero como, por ejemplo, si se ha sometido a una
mastectomía o implante de pene, así como el tamaño de los pechos y genitales.
Con estas críticas y fundamentos las autoridades no podían hacer oídos sordos,
así que una portavoz de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA) de
Estados Unidos dijo que ya se estaban elaborando nuevos ensayos con aparatos que
ofrezcan sólo “una imagen genérica” de las personas, es decir, con menos
detalles.
“Comprendemos las críticas” y por ello “estamos trabajando en la mejora”,
dijeron en la TSA, aunque consideraron que la polémica generada por las pruebas
del aeropuerto de Orlando “fueron prematuras”, pues el Gobierno
“simplemente estaba probando” ya que aún no hay fecha estipulada para su
puesta en marcha.
Sea ahora o después, la controversia ya está instalada y mientras se siga
utilizando el escáner, las viajeras y azafatas seguirán quejándose. Ellas fueron
las primeras en denunciarlo pues podía incentivar abusos sexuales dando
facultades a los funcionarios para propasarse con registros exhaustivos.
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