Gracias a un sofisticado sistema tecnológico, la pulsera detecta
automáticamente cada salida de una zona considerada segura alrededor de la casa
del enfermo o la residencia y alerta a una central telefónica especializada que
contacta rápidamente con la familia o el personal para coordinar la asistencia.
El brazalete está dotado con un sistema de localización por satélite (GPS),
un emisor-receptor GSM-GPRS con transmisión de voz y datos y un programa
informático inteligente de detección y alerta, explicaron hoy las tres
sociedades implicadas en el proyecto.
Se trata de la canadiense Medical Intelligence, el operador francés Orange y
Medipep, grupo privado galo especializado en la asistencia de personas
dependientes, que han colaborado para buscar una solución a un problema que
afecta al 60 por ciento de los enfermos de Alzheimer.
Fue el fundador de la primera, Louis Masicotte, el que tuvo la idea ante las
repetidas fugas de su madre, afectada por ese mal, explicaron las empresas en un
comunicado conjunto.
El dispositivo, cuya elaboración ha precisado tres años de investigación,
incluye un teléfono mediante el cual la central que localiza al enfermo en fuga
puede contactar con él gracias a la función de "manos libres" de la pulsera.
La primera aplicación del sistema se llevará a cabo el próximo verano en una
residencia de Medipep en París.
En Francia hay más de 800 mil enfermos de alzheimer, cerca del 10 por ciento
de la población de más de 65 años, que asciende actualmente a 9,4 millones de
personas, cifra que se prevé aumente hasta los 13,9 millones en 2025 (+48%). |