Agencias y redacción - La votación, que tuvo lugar en la noche del miércoles
se saldó con 16 votos a favor, 10 en contra y ninguna abstención, y todavía debe
ser ratificada por el pleno de la Eurocámara en julio.
El resultado no modifica, en lo esencial, el texto aprobado por los
Veinticinco el pasado 7 de marzo, puesto que los eurodiputados rechazaron todas
las enmiendas dirigidas a restringir la posibilidad de patentar las invenciones
para ordenador.
Los parlamentarios consideraron que las invenciones aplicables, por ejemplo, a
las lavadoras, a los teléfonos móviles o a los sistemas de frenado ABS, deben
ser protegidas por el derecho relativo a las patentes. Además, esta protección
debería, de forma general, extenderse al ´software´ que permite el
funcionamiento de estos dispositivos. Una propuesta que cuenta con el apoyo de
las grandes del sector.
El debate en comisión parlamentaria previo al voto reflejó las fuertes
divergencias de puntos de vista sobre esta cuestión. Los defensores del
´software´ libre, entre ellos las pequeñas empresas, desean que las patentes se
limiten únicamente a las invenciones, y que se deje el ´software´ de base sin
protección y por tanto disponible para el resto de usuarios. Estas compañías
sostienen que los derechos de autor ya protegen el ´software´ y temen que la
patente suponga un incremento de los costes jurídicos.
A la inversa, los gigantes tecnológicos defienden un sistema de patentes que no
proteja solamente a los inventos que utilizan un determinado programa
informático, sino también a estos mismos programas. Argumentan que las patentes
favorecerían la inversión en investigación y protegerían a los inventos europeos
de la industria estadounidense.
Los Veinticinco aprobaron definitivamente la patentabilidad del ´software´, con
el único voto en contra de España, el pasado 7 de marzo, aunque la presidencia
luxemburguesa de la UE se comprometió a revisar el texto durante la segunda
lectura con el Parlamento Europeo para tener en cuenta "las preocupaciones de
empresas y consumidores". Ahora la Eurocámara se suma al acuerdo inicial del
Consejo. |