No es, según los expertos, un fenómeno nuevo. Lo mismo ocurrió al aparecer la
televisión y luego al popularizarse el vídeo doméstico.
En ese momento Hollywood respondió con espectáculo y mejorando la calidad de sus
filmes. Grandes superproducciones, aventuras futuristas y efectos especiales.
Las innovaciones técnicas vinieron con el tamaño panorámico, el sonido esteren y
el dolby surround.
No es lo mismo
Hoy, sin embargo, los consumidores pueden disfrutar en sus hogares de muchas de
las cualidades de las que pueden disfrutar en las salas. Pantallas planas de
gran tamaño y excelente calidad, sistemas de cine en casa con sonido que en nada
tiene que envidiar al de las salas y las novedades que tardan muy poco en llegar
al formato DVD.
El ciclo de vida de un filme en las salas es cada vez más corto y las
productoras la sacan muy rápidamente en formato DVD. En los últimos años las
ventas y alquileres en este formato han aumentado de manera muy importante junto
a la presencia de DVD en los hogares. Se calcula que en la actualidad estos ya
alcanzan los 70 millones.
Una de las posibles apuestas sería el cine en 3D. En este terreno, la
experiencia obtenida con los Imax es muy difícil de reproducir en el comedor
hogareño.
Pero parece que a los consumidores tampoco les llama mucho la atención como lo
demuestra el poco tirón de estas salas en el mercado estadounidense. Solo 100 de
las 37.000 existentes cuentan con proyectores digitales y las salas IMAX son 250
en este mismo país.
Los altos costes de producción y también de construcción de salas son los
principales obstáculos para que estos se implanten en el mercado rápidamente
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