GTA San Andreas se ha convertido en uno de los videojuegos
más vendido de la historia. El juego combina acción, violencia y sexo insinuado.
Unos desarrolladores independientes desvelaron unos pequeños videojuegos
modificando partes del juego y se armó un escándalo de inmensas proporciones,
que habrá sorprendido a la mayoría de europeos o latinoamericanos.
Un analista de Arcadia Investment, John Taylor, daba en la diana en unas
declaraciones al diario estadounidense "The New York Times",
"no se quiere ver al elefante en la habitación. La violencia está bien, el sexo
no".
Lo curioso del caso es que las imágenes sexuales en cuestión
son consideradas bastante blandas, al menos si se las compara con la violencia
desmedida y gratuita que desprende un el video-juego que, por ha conseguido
vender seis millones de copias desde su salida en octubre de 2004 para la
videoconsola PS2 y desde hace poco menos de dos meses se encuentra para PC.
La sangre a borbotones o los puñetazos a una prostituta para
robarle el dinero conseguido no fueron suficientes para que la industria
recalificará el videojuego indicandolo para mayores de edad, como si sucede en
España. Fueron unas imágenes mal vistas en un país especialmente atento a
cualquier detalle que tenga que ver con el sexo.
Aunque la vigilancia de estas cuestiones le suele corresponder a instituciones
afines al Partido Republicano, en esta ocasión ha sido la senadora demócrata por
Nueva York Hillary Rodham Clinton quien ha emprendido la cruzada contra el
título.
Hillary recogía el guante lanzado por un grupo importante de
grupos conservadores, agrupados en torno a la defensa de la familia y a la
alianza cristiana. Un lobby que suele marcar la politica conservadora que en el
terreno sexual defiende el Partido Republicano. Sin embargo, en esta
ocasión la polémica pillo desprevenida al partido de Reagan y fue la ex primera
dama quien consiguió colocarse al frente con el objetivo quizás de marcarse
algunos puntos entre los sectores más conservadores.
La ex primera dama envió una carta a la Comisión Federal de Comercio (FCC) en la
que pedía que se volviera a clasificar el juego, lo que consiguió pocos días
después. También pedía una regulación de la industria y que fueran
organismos dependientes de la administración quien otorgará la calificación de
los videojuegos, una vieja aspiración de los grupos conservadores
estadounidenses que quieren frenar el exceso de "sexo" en estos productos cada
vez más populares entre los jóvenes.
Lo ocurrido podría tener repercusiones para una industria que durante mucho
tiempo se ha resistido a cualquier tipo de regulación externa para codificar o
restringir la venta de títulos. Aunque, sin embargo, lo más importante de este
capitulo haya sido el hecho de que para una parte importante de la sociedad
estadounidense, una pequeña escena de sexo tenga mucho más peso que el contenido
violento que un videojuego puede mostrar durante su desarrollo.
Todo comenzó cuando, hace unas semanas, se daba
a conocer la existencia de un mod disponible gratuitamente en
Internet y que permite al jugador el acceso a imágenes de contenido
sexual "escondidas" en el juego.
RockStar Games, la compañía fabricante (una unidad de Take-Two
Interactive), se defendió señalando que la modificación que permite
que los jugadores incluyan este contenido sexual es obra de la
comunidad de programadores independientes, y no de la compañía.
Como es habitual en la industria, Rockstar anima a la comunidad "mod"
(una mezcla bastante caótica de fans, diseñadores "amateur" o los
hackers o piratas informáticos) a que creen estas características
ocultas a las que se suele acceder tras complicadas combinaciones de
teclas o maniobras con el ratón.
Estas modificaciones -"huevos de pascua", en la jerga informática-
normalmente permiten que se amplíe la "vida" del juego dando, por
ejemplo, poderes especiales al protagonista, como el don de volar, o
se creen nuevas situaciones que lo hagan más interesante.
La modificación del video-juego se llama "Hot Coffee", ya que al
protagonista le invitan a un café caliente como preámbulo a las
escenas sexuales en cuestión.
Rockstar subrayó en su defensa que el uso de esta modificación va en
contra del acuerdo de utilización del software al que se compromete
el usuario al iniciar el juego, y señaló que "es el resultado de
desensamblar y combinar, compilar y alterar el código base del
juego". |
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