Como resultado de su actuación ilegal se enviaron unos siete mil millones de
correos de "spam", llamados también "correos basura", es decir, mensajes no
solicitados que abarrotan las cuentas de correo electrónico.
"Sé que he hecho algo muy malo", dijo Jason Smathers, de 25 años, al
juez de distrito de esta ciudad, Alvin Hellerstein. La sentencia fue menor a la
debida después de que el acusado colaborara en la investigación con la justicia.
Según AOL, la actuación de su antiguo ingeniero de software le costó al menos
400 mil dólares, aunque podría ser una cifra mucho mayor. El robo se produjo en
2003.
"El ciberespacio es un nuevo y extraño lugar. Era bueno navegando por él y
me convertí en un fuera de la ley", señaló en el tribunal. Por su parte, el
abogado del gobierno indicó que con este sentencia la gente sabrá que Internet
"no es un sitio sin ley".
Amathers reconoció que aceptó 28 mil dólares a una persona a cambio de los
nombres de usuario de miles de clientes de AOL, que desde hace meses puso en
marcha una campaña para reducir el número de "spam" que llega a sus clientes. |