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Por el momento, la Fuerza Aérea no tienen noticia de que se hayan producido robos de identidad a partir de este incidente, según dijo James Brabenec, portavoz de la base aérea Randolph (Texas), tras reconocer haber sido victima del asalto informático.

"Nos tomamos muy en serio la protección de la información personal de los oficiales. Estamos haciendo todo lo que podemos para capturar a los responsables", dijo, por su parte, el general de división Tony Przybyslawsk en un comunicado.

El "hacker" o pirata informático se hizo con números de la Seguridad Social (el equivalente al número del carné de identidad en otros países), fechas de nacimiento y otra información con la que potencialmente podría hacerse pasar por estos oficiales.