La MPAA (Motion Picture Association of America) denunció la semana
pasada a 286 usuarios que usaban habitualmente los servicios de la red
BitTorrent para intercambiar ficheros públicamente protegidos por derechos de
autor.
En esta ocasión la MPAA no tuvo que monitorizar el tráfico de la red para
conseguir los datos de los usuarios más habituales, le basto consultar los logs
de los servidores recientemente clausurados para identificar quienes eran.
Aunque BitTorrent ofrece un buen numero de ventajas frente a otros sistemas de
intercambio su arquitectura facilita la identificación de los usuarios y lo más
importante detalles sobre los ficheros que han sido descargados por estos.
Esto se debe al uso de los llamados "trackers", unos programas encargados de
realizar el seguimiento de un fichero en la red de intercambio y que almacenan
todo tipo de información sobre este: localización, peticiones de descarga y
tráfico recibido. En estos logs quedan almacenadas las direcciones IP (es decir,
el nombre de la maquina) desde el que se realiza la petición o se ha realizado
la descarga del fichero. Una reciente versión de BitTorrent, aún en estado
"beta", elimina la existencia de los trackers ofreciendo mayor privacidad a los
usuarios de estas redes.
Al intervenir recientemente el FBI distintos servidores de esta red acusados de
facilitar el intercambio de ficheros protegidos, la MPAA solamente tuvo que
analizar la información almacenada para identificar las IPs más habituales y
entonces proceder judicialmente contra estos usuarios. |