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EFE.- La ambiciosa trayectoria de Google, el gigante que la semana pasada
lanzó un nuevo servicio de mensajería instantánea y actualizó su software para
buscar dentro del PC, cada vez recuerda más a la de Microsoft.
Los dos servicios, que Google lanzó poco después de su primer aniversario de
salida a bolsa y del anuncio de una operación para captar 4.200 millones de
dólares, vienen a confirmar el gran alcance de los planes de la compañía.
Google introdujo el servicio de mensajería instantánea "Google Talk" y una
actualización de su "Google Desktop", el buscador para escritorio que incorpora
un producto llamado Sidebar, que sirve como panel personalizado para acceder a
información como previsiones atmosféricas, cotización de acciones o últimas
noticias.
Tal y como en su día hizo Microsoft, Google tiene en el punto de mira a los
desarrolladores de software, y según apuntan los medios especializados, está
haciendo lo posible para construir una gran plataforma a partir de la cual
puedan diseñarse nuevos añadidos.
Dicho de otra manera, su software está pensado de forma que da a los
desarrolladores las herramientas que necesitan para construir productos
complementarios.
Sirva como ejemplo su servicio de mapas, que permite combinar información sobre
cualquier asunto -como lugares en los que se han producido accidentes
automovilísticos dentro de una zona- y colocarlos, visualmente, en el mapa de
Google.
El anuncio de su operación para captar capital ha espoleado los rumores de que
planea entrar en más mercados, desde servicios para telefonía móvil a un
navegador de internet o un software de oficina que competiría con Microsoft
Office.
Todo ello viene acompañado de un profundo cambio en la percepción que se tiene
de la empresa.
Los adjetivos agresividad y arrogancia se emplean a menudo para describir a una
compañía que en los últimos tiempos ha tenido singulares rabietas, como cuando
declaró que vetaría el acceso, durante un año, al sitio especializado en
tecnología News.com.
News.com tuvo el atrevimiento de usar el nombre del presidente de Google, Eric
Schmidt, para ilustrar un artículo sobre la peligrosa facilidad con que se
encuentra información personal en el buscador.
Google informó a los editores de News.com, uno de los sitios especializados en
tecnología con más prestigio en Estados Unidos, de que no hablaría con sus
reporteros en el plazo de un año, hasta agosto del 2006, a modo de singular
venganza.
Otro enfado similar se produjo cuando despidió a un nuevo empleado que dijo en
un sitio online que los numerosos "ganchos" que ofrece la empresa a sus
empleados, como comidas gratuitas o fastuosas instalaciones deportivas, son una
manera inteligente de retener a la gente más tiempo frente al ordenador.
En el californiano Silicon Valley, donde están sus cuarteles generales, muchos
piensan que cada vez se parece más a su gran rival, Microsoft.
El propio Bill Gates, cofundador de la compañía, dijo a la revista "Fortune" en
una entrevista en primavera que Google "se parece mucho más a nosotros que
cualquier otra compañía con la que hayamos competido".
Para Brian Lent, presidente de la compañía de software para móviles Medio
Systems y ex compañero de estudios de doctorado de los fundadores Sergey Brin y
Larry Page, Google ha ocupado el lugar de Microsoft en el imperio del mal.
"Google es el nuevo imperio del mal, porque ocupa una posición poderosa en lo
que se refiere al control. Tiene, potencialmente, un control monopólico sobre la
información", dijo Lent al diario "The New York Times" en un artículo
publicado hace unos días.
A pesar de todo, Google dista mucho de ser invencible.
Quienes siguen de cerca su evolución citan los precios inflados de sus acciones,
su deseo por competir en demasiados sectores al mismo tiempo y, finalmente, su
arrogancia como posibles factores que podrían provocar la caída de la compañía
desde muy arriba. |