Agencias - “Musulmanes del mundo entero, uníos en el Frente Mediático Islámico Mundial (FMIM). Formad las Sarayas (brigadas) de la yihad (guerra santa) mediática para quebrar el control sionista de los medios de comunicación y para aterrorizar al enemigo”, proclama “Saladino II”, nombre de guerra del “emir” del FMIM, una especie de vitrina de la comunidad virtual creada en los dos últimos años en la red por la nebulosa de Al Qaeda.

“El Frente es una nueva Qaeda (base) de información islámica en Internet. Nuestro objetivo es denunciar al enemigo sionista. El Frente no pertenece a nadie. Pertenece a todos los musulmanes. No tiene límites geográficos. Todos los especialistas de las nuevas tecnología de la información y comunicación, los productores, los fotógrafos (...) son llamados a unirse a nosotros”, insiste su adjunto, “Ahmed Al Watheq Billah”.

El FMIM reemplaza al “Frente mundial de combate contra judíos y cristianos”, formado en 1998 en Afganistán por el jefe de Al Qaeda, Osama bin Laden.

El Frente ha difundido más de 350 documentos, incluidos filmes sobre las operaciones en Irak, Arabia Saudita, Afganistán y otros puntos del planeta donde operan los grupos yihadistas.

Video. Esta semana, el Frente ha puesto en la red un filme de seis minutos titulado “Una comedia sangrienta” (Bloody Comedy), en cinco secuencias, “producto de las cámaras de los muyaidines en Mesopotania”, destinadas a “denunciar a los soldados norteamericanos, enemigos de Alá”.

“A todos los estadounidenses. Mirad combatir a vuestros hijos. No creáis a vuestros medios sobre este simulacro de combate”, señala el Frente.

Una de las secuencias muestra un vehículo todo terreno Humvee destruido por un potente artefacto explosivo en Irak y, luego, a un periodista de Fox News anunciando: “dos soldados estadounidense resultaron heridos en el accidente. Sus heridas no son graves y volvieron al trabajo tras ser curados”.

El Frente difundió recientemente otro filme, titulado Top Ten, una selección de diez operaciones lanzadas por el “Ejército Islámico en Irak” y la “Organización de Al Qaeda en Mesopotamia” contra las fuerzas norteamericanas en Irak. Las secuencias, que muestran cuerpos despedazados o calcinados, tienen como objetivo “aterrorizar a los cruzados”.

La red ofrece también una abundante literatura “yihadista” destinada a iniciar en el combate de guerrilla urbana, en el uso del fusil automático Kalachnikov y de los lanzacohetes RPG o, mejor aún, en la preparación de explosivos, lo que favorece el surgimiento de terroristas solitarios, sin vínculos orgánicos a Al Qaeda o a un grupo local semejante.

“Bajo la presión de la ‘guerra contra el terrorismo’, Al Qaeda no dispone más de espacios libres para reunirse, organizarse, o de campos para entrenarse, pero ha creado, en cambio, un nuevo ‘cuartel general’ en la red Internet para sembrar el miedo en sus adversarios y para reforzar la moral de sus tropas”, estimó Yasser Al Sirri, director del Observatorio Islámico, en Londres.

Modernidad.

“Los militantes islámicos modernos han comprendido desde hace tiempo que Al Qaeda no podría rivalizar con la potencia de Estados Unidos y sus aliados, pero en materia de propaganda, campo de batalla crucial de la ‘guerra contra el terrorismo’, la ventaja está claramente en el campo de los militantes”, estima por su lado Jason Burke, un experto británico en terrorismo.

“Los terroristas se han convertido en productores de filmes y directores y las cámaras de video se han convertido en sus armas más potentes”, subraya.