Según un estudio de la Comisión Europea cada ciudadano europeo produce una
media de 14 kilogramos de basura tecnológica al año, entre los que se encuentran
algunos productos que, de no ser manipulados correctamente, podrían dañar el
medio ambiente, como son los móviles y los cartuchos de tinta.
Según explicó el director comercial de fundaciones medioambientales de ASIMELEC,
Julio Lema, desde el 13 de agosto la ley obliga al productor de aparatos
eléctricos a recoger los usados al final de su vida útil con lo que pretenden
recoger 4 kilogramos de este tipo de residuos por ciudadano en 2004. En esta
recogida, señaló que tienen mucha relevancia los móviles, unos aparatos con una
vida útil de dos años y de los que se calcula que hay en España entre 30 y 40
millones de aparatos y reciclables en un 90%.
Desde 2001 ASIMELEC dispone de «tragamóvil» una iniciativa que consiste en
recoger, separar y reciclar teléfonos móviles que ya ha hecho lo propio con 240
toneladas de aparatos sólo en experiencias piloto.
El impulso que da Idea Sana de Eroski a «tragamóvil», al instalar
contenedores en sus grandes superficies de manera continua. Además de los
teléfonos, los contenedores de «tragamóvil» aseguran la correcta gestión de
accesorios como cargadores, baterías, auriculares o manos libres y también se
dispondrá de un sistema de recogida de cartuchos de tinta de impresoras o
fotocopiadoras. |