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MALVINA BUSH - El Nuevo Herald / Los criaderos de cachorros al por mayor (en inglés llamados puppy mills) son prácticamente fábricas de cachorros cuyos animalitos se venden directamente al público por internet, a pet stores o intermediarios que también tratan de venderlos por la red. La Sociedad Protectora de Animales (Humane Society) advierte que tenga mucho cuidado. Muchos de estos criaderos no son inspeccionados por el Departamento federal de Agricultura (USDA) y aunque algunos vendedores pueden afirmar que están aprobados, ésto no los hace ``buenos criadores''.

''El USDA sólo tiene la responsabilidad de poner en vigor una ley federal llamada Animal Welfare Act (AWA), o Ley de Bienestar Animal que regula los criaderos comerciales. Pero la ley no requiere que todas estas operaciones comerciales sean licenciadas y el USDA sólo establece pautas de cuidado mínimo en el cumplimiento de la ley'', aclara la Humane Society, es decir, que los criadores sólo tienen obligación de proveer lo mínimo: agua, alimento y techo, sin importar el resto de las condiciones en que viven los animales.

Los problemas que se han documentado de este negocio (que más bien es una industria) incluyen la repetida procreación dentro de una misma familia, produciendo debilitación genética y frecuentes problemas de salud, falta de socialización con humanos, jaulas sobrecargadas y atención veterinaria mínima.

Para el consumidor inadvertido, estas condiciones con frecuencia significan la compra de cachorros o gaticos que inmediatamente se enfrentan a problemas veterinarios o que conllevan enfermedades genéticas que no se presentan hasta años después. En ambos casos, los dueños ya se han encariñado con su mascota y no la van a abandonar o devolver y se ven precisados a sufrir con ella todos esos problemas. Y esto, sin tener en cuenta los gastos de veterinario.

Por eso, ¡cuidado al comprar! Las tiendas de mascotas --reales o por internet-- dependen de las compras por impulso. El cliente se enamora del lindo cachorro, o gatito, sin pensar en lo que esa decisión significa. Muchas de estas compras de animalitos de raza terminan un tiempo después en el refugio local de animales.

Además, tener los ''papeles'' de raza pura no garantiza la calidad de la mascota. Incluso la AKC admite que ``no puede garantizar la calidad de salud de los perros en su registro''.