La tienda del operador en Manchester fue la primera en recibir un QuickPhone
kiosco, pero el objetivo es extender su presencia a locales como las estaciones
de metro o festivales de música, bastando para tal que exista una entrada para
la corriente eléctrica.
El precio de los terminales es de 30 libras (alrededor de 44 euros), o una
tarjeta SIM por cinco libras (seis euros).
Están disponibles tres modelos de móviles, que serán renovados mensualmente de
manera a acompañar las novedades del mercado. Y el nivel de los stocks en cada
máquina está controlado remotamente gracias a la tecnología 3G.
|