Agencias- La Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información cerró hoy sus
puertas con el mensaje de que es posible reducir significativamente la
brecha digital mundial en el plazo de una década, y con el objetivo
principal de lograr que en el año 2015 todas las poblaciones del planeta
estén conectadas a Internet.
El encuentro, que ha contado con más de 17.000 participantes, ha servido
para impulsar el denominado "Fondo de Garantía Digital" como principal
mecanismo para financiar los proyectos dirigidos a reducir esta brecha
digital, aunque los países en desarrollo no han logrado que se apruebe la
obligatoriedad de las cotizaciones.
La comunidad internacional sí ha pactado la creación de un nuevo foro
multilateral en el que las administraciones y las demás partes implicadas
comenzarán a debatir a partir del segundo trimestre de 2006 las grandes
cuestiones relativas al gobierno de Internet, como la seguridad, el
cibercrimen o la protección de la propiedad intelectual.
La gestión técnica de la Red seguirá en manos de los Estados Unidos, que no
han cedido ante la presión de la comunidad internacional para que el control
de las numeraciones y los dominios de Internet pase a ser responsabilidad de
un organismo intergubernamental.
La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo perteneciente
al sistema de Naciones Unidas, ha hecho públicos en esta Cumbre infinidad de
datos que evidencian una enorme brecha digital entre los países más
desarrollados y los más pobres.
Como ejemplo vale decir que la tasa de penetración de Internet en las
sociedades estadounidense y europea alcanza el 62 y el 41 por ciento de la
población, respectivamente, en tanto que se reduce al 13 por ciento en la
media mundial, al 11 por ciento en Latinoamérica, al 9 por ciento en Asia, y
a sólo el 2 por ciento en Africa.
Además, al cierre de 2004 existían en los países desarrollados una media de
53,5 líneas telefónicas fijas por cada cien habitantes, frente al 11,7 por
ciento de los países en desarrollo, mientras que en telefonía móvil la
proporción de abonados era del 76,8 y el 18,8 por ciento, respectivamente.
La situación es especialmente grave en el caso del Africa subsahariana,
donde sólo hay una línea telefónica por cada cien habitantes, y la UIT
calcula que todavía hay 1.000 millones de personas en todo el mundo que
todavía no tienen a su alcance la posibilidad de hablar por teléfono.
Pese a ello, la UIT ha transmitido el mensaje de que es factible lograr la
mayor parte de los objetivos refrendados en la Cumbre, entre los que destaca
hacer llegar Internet a los 2,7 millones de poblaciones que hay en el
planeta en el año 2015.
La UIT calcula que será necesaria una inversión de 1.000 millones de dólares
para conectar las 800.000 poblaciones que todavía están desenganchadas de
las redes de comunicaciones.
La UIT también es optimista en los objetivos de facilitar el acceso a todo
el mundo a los servicios de radio y televisión, y de lograr que en ese año
la mitad de la población tenga acceso a las tecnologías de la información y
de las comunicaciones (TIC).
En cambio, ha reconocido la dificultad de hacer realidad en tan corto plazo
otros objetivos, como garantizar la presencia de todas las lenguas en la
Red, dado su enorme número, en torno a las 6.000, y de establecer puntos de
acceso público a Internet en todas y cada una de las poblaciones.
La Cumbre ha servido de escaparate a diversos proyectos cuyo objetivo es
reducir la brecha digital, entre los que ha destacado el del Instituto de
Tecnología de Massachusetts (MIT) para producir masivamente ordenadores
portátiles a un precio de cien dólares, y distribuirlos a entre 100 y 150
millones de estudiantes de países en vías de desarrollo.
En lo que respecta al gobierno de la Red, los Estados Unidos han logrado
retener la gestión técnica de Internet, herramienta que nació como un
proyecto militar del Pentágono, pero han aceptado la creación de un nuevo
foro internacional para la discusión de otros grandes asuntos, y que se
convocará por vez primera en Atenas en el segundo trimestre de 2006.
Tal y como figura en el Plan de Acción de la Cumbre, este organismo,
denominado Foro para el Gobierno de Internet (IGF), servirá para la
discusión multilateral de temas "críticos" como la seguridad y protección de
la Red, la calidad del servicio, el "cibercrimen", la lucha contra el correo
basura ("spam") y el terrorismo, y la protección de la propiedad
intelectual.
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