Michelle Monaghan es una de las actrices jóvenes que le están aportando a
Hollywood el glamour que había perdido. Además de frescura, talento y belleza,
son "revolucionarias"... artísticamente. No obstante, Monaghan ha pasado un mal
trago al enfrentarse al primer desnudo integral en su última película Kiss Kiss,
Bang Bang, que se acaba de estrenar en Estados Unidos.
"Es un thriller en clave de comedia y mi primer papel protagonista. Comparto
cartelera con Robert Downey Jr. y Val Kilmer, excelentes profesionales de los
que he aprendido mucho", comentó.
"Entre besos y tiros, basada en la novela Bodies are where you find them, de
Brett Halliday, tiene como escenario una decadente tierra prometida, llamada Los
Angeles _contemporáneo_, un tanque de "tiburones" donde personajes imperfectos
pero decentes, luchan contra el destino, de manera muy similar a como transcurre
en la ficción fatídica de las páginas de las novelas detectivescas adoradas por
el autor del guión Shane Black, quien a la vez debuta como director con esta
cinta. Refiriéndose a su protagonista, el cineasta comentó "Michelle Monaghan
posee el rostro más fotogénico del momento en Holllywood. Entre ella y la cámara
existe una complicidad que no ocurre con frecuencia. Me alegra dirigir mi
primera película con una actriz como ella".
En la América profunda
Nadando entre los "tiburones" se encuentran Harry Lockhart (Robert Downey Jr.) y
la actriz Harmony Faith Lane (Michelle Monaghan). Ellos son amigos de la
infancia reunidos recientemente, que comparten una adoración por el ya olvidado
héroe de pacotilla Jonny Gossamer, un rudo detective privado al estilo de los
héroes ficticios del guionista Black.
Llegó al mundo el 23 de marzo de 1977 en un pequeño pueblo agrícola llamado
Winthrop (Iowa EEUU). "Nací y crecí en un rincón de la América profunda",
subraya.
Es cierto. Actualmente su pueblo cuenta con 772 habitantes. Desde los 12 años
supo que era artista y ya, a esa edad, el entorno le ahogaba. Cuando terminó sus
estudios en el instituto se trasladó a Chicago para estudiar periodismo. Lo hizo
para complacer a sus padres, que le exigían una carrera. Cualquiera que le
facilitara una estabilidad económica, puesto que el mundo de las artes no les
inspiraba demasiada confianza. De Chicago se fue a Nueva York donde comenzó a
ganarse la vida como modelo de pasarelas y publicidad.
Por su físico muchos creen que es latina. Su exotismo impresiona. Se mueve como
lo hacen las bailarinas de ballet clásico, algo de lo mucho que le agradece al
tiempo que trabajó como modelo. Su belleza confunde, ya que por momentos se
proyecta serena, dulce y hasta angelical. Pero los que la conocen bien aseguran
que también es agresiva y siempre está a la defensiva. Es perfeccionista y muy
exigente consigo misma.
Lejos de su pueblo natal, absorbida por la Gran Manzana _lo que ella quería_ a
veces le embarga la nostalgia, la cual suaviza escapándose de vez en cuando para
disfrutar de los olores y la paz reinantes de su pueblo. Pero la fama tiene un
precio. Y Michelle está "condenada" a escalar los peldaños que conducen al
estrellato.
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