Agencias - Los brasileños y españoles se situaron este año entre los
"galácticos" de los juegos cibernéticos en el Mundial de Cyber Games, que
concluyó ayer, domingo, en Singapur tras las grandes finales en las distintas
modalidades.
Los participantes de Brasil estuvieron inspirados y acabaron con una medalla de
oro y dos de plata en estos campeonatos que, por segunda vez en su historia, se
celebraban fuera de Corea del Sur.
Giovani Magri batió a su compatriota Danilo Barros en la final del juego "Need
for Speed: Underground 2" y Andrea Zilio consiguió la plata en la especialidad "Dead
or Alive: Ultimate".
Destreza y mucho dominio demostró el español Eduardo Moreno Torrado (1966) en el
programa "Fútbol FIFA 2005" al conseguir la medalla de bronce, por detrás de
Alemania (oro) y Rusia (plata).
Para Moreno, que nunca antes había participado en un Mundial, la competición ha
representado una experiencia inesperada por el espectáculo y las relaciones que
se tejen en el terreno.
José Manzanares, líder del equipo español, declaró a EFE que la mayor parte de
los 22 jugadores que fueron a Singapur, dos de ellos mujeres, era novel.
"La experiencia es muy importante, generalmente los veteranos se dejan
impresionar menos por todo el espectáculo que rodea a la competición", dijo
Manzanares.
Sergio Fernández, que colabora en las gestiones del equipo español, comentó que
el nivel ha sido "muy alto" este año.
"La gente se lo toma muy en serio y se ve qué países invierten en sus jugadores.
El caso de Corea (del Sur) es evidente. Esperemos que en España la cosa mejore",
añadió Fernández.
Esta sexta edición del Mundial ha batido varios récords, empezando por la
asistencia, más de 700 jugadores procedentes de 67 países de Europa, Asia,
Africa, América y Oceanía competieron por el titulo del mejor del mundo, sin
contar el millón y medio de jugadores inscrito en las sesiones clasificatorias.
Además, el premio compartido de 430.000 dólares (365.195 euros), fue el doble
del mundial anterior, que contó con 174 jugadores de 17 países.
También la edad, aunque la media de los participantes si situó en los 20 años,
por primera vez se invitó a un jugador de tres, el iraní Amin Golnam, que
acaparó la atención de la prensa y espectadores.
El más veterano fue el húngaro Lajos Hegedus, con 39 años.
Desde su primera edición, en el año 2000, Corea del Sur, Estados Unidos, Rusia,
Taiwán, Alemania y Holanda han monopolizado buena parte del medallero.
El Mundial se inauguró el jueves pasado con la presencia de numerosas
autoridades, entre ellas el ministro de Desarrollo, Juventud y Deportes, Vivian
Balakrishnan, quien aseguró que Singapur otorga en la región un lugar relevante
a los juegos cibernéticos, y recordó que su país ya cuenta con los estudios Koei,
Genki y Lucasfilm "donde las creaciones singapurenses se harán para el consumo
mundial".
Con el lema "Más allá del juego", la organización, apoyada por las autoridades
locales, ha hecho hincapié en que la armonía y la amistad presidiera la
competición que se decidía por especialidades de juegos de ordenador y consola
Xbox y uno de estilo libre por equipos.
En ordenador, los programas fueron: "Counter strike: Source", "War Craft III:
Frozen Throne", "Star Craft: Brood War", "FIFA Soccer 2005", Need for Speed:
Underground 2" y "Warhammer 40.000: Down of War".
El apartado consola se decidió con "Halo 2" y "Dead or Alive: Ultimate".
Desarrollado en el espacioso centro de convenciones de Suntec, situado en el
collar financiero de Singapur, el Mundial también organizó espectáculos de
diverso género, pero con el común denominador de los decibelios, destinado a un
público abrumadoramente adolescente, conferencias y una muestra de grafitis, el
único lugar en la ciudad donde podrán verse estas pintadas callejeras.
El próximo mundial de los "atletas del ratón" será en Monza (Italia).
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