Sólo el 13,8 por ciento de los brasileños con más de diez años de edad
utiliza diariamente una computadora, y apenas el 9,6 por ciento navega
habitualmente por la Internet.
Al menos el 30 por ciento de los brasileños utilizó una vez una computadora en
los últimos tres meses, mientras el 24 por ciento visitó la Internet en el
mismo período, señaló el estudio.
El limitado acceso a la computadora y a Internet está vinculado a las enormes
diferencias de renta en el país, según el estudio.
Mientras la computadora es una herramienta común en los hogares de las clases
más acomodadas (88,7 por ciento), apenas está presente en el 2 por ciento de
las casas de las familias más pobres.
Los datos demuestran que tener una computadora y acceso a Internet está
vinculado "con la renta y la educación", afirmó el secretario de Logística y
Tecnología del Ministerio de Planificación, Rogerio Santanna.
Los esfuerzos del Gobierno de Brasil por promover la inserción informática, que
incluyen el plan lanzado el mes pasado para vender computadoras baratas con
créditos subsidiados, han permitido doblar el número de internautas en cinco
años: de 5,1 millones en septiembre de 2000 a 11,7 millones en septiembre
pasado.
El estudio mostró que el 43 por ciento de los 8.540 encuestados en todo el país
está dispuesto a pagar en cuotas mensuales los 1.400 reales (unos 630 dólares)
necesarios para adquirir la computadora ofrecida por el Gobierno.
Sin embargo, un 22 por ciento admitió que no está en condiciones de adquirir un
computador, incluso si cuesta el equivalente a un salario mínimo (134 dólares)
y puede pagarlo a plazo.
El 59 por ciento de los encuestados señaló que no utiliza la Internet debido a
que carece de un computador en su casa.
Según cifras de la encuesta Ibope/NetRatings, Brasil no sólo tiene el mayor
número de internautas en América Latina sino también es el país en que los
usuarios de Internet pasan más tiempo conectados a la red (18 horas y 42
minutos mensuales en promedio).
De los entrevistados, un 41 por ciento dijo que utiliza la Internet para
asuntos educativos, un 32 por ciento para cuestiones personales y un 27 por
ciento para el trabajo. |