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Apoyaron ambas iniciativas, de textos casi idénticos, los
grupos de IU-ICV, ERC, BNG y CHA, mientras que CiU, PNV, PP y PSOE
votaron en contra de su admisión a trámite. El diputado de IU-ICV Joan
Herrera señaló en la defensa del texto presentado por su grupo que el
software libre es una "exigencia contra una situación monopolística" y que
contribuye a potenciar una sociedad más democrática, al tiempo que ensalzó las
virtudes de los programas de estas características, que, según dijo, "son más
seguros, más completos, más fáciles de usar y gratuitos".
Así, Herrera recordó que el Ministerio de Administraciones Públicas ha
recomendado su uso como "la única forma de convergencia tecnológica con
Europa", y que ya se utilizan con éxito en comunidades como la extremeña, la
andaluza, valenciana o madrileña, además de en países como Italia o Bélgica.
El diputado 'verde' también advirtió del peligro de los programas bajo licencia,
que permiten el acceso de los fabricantes a los ordenadores de los usuarios --"o
del Ministerio de Interior o de Asuntos Exteriores", entre ellos-- por las
llamadas "puertas traseras" de sus sistemas operativos, a los que sólo
ellos tiene acceso.
Por su parte, el otro proponente, Jordi Ramón Torres, diputado de ERC,
suscribió los argumentos del portavoz de IU-ICV y añadió que el uso de estos
programas ya no está restringido a expertos, y llegó a cuantificar en 3.000
millones de euros en dos años el ahorro que supondría para la Administración
central la adopción de este sistema, además de las ventajas para ser
configurados en las distintas lenguas cooficiales del Estado.
El diputado de ERC aseguró que "es falso que sean programas más inestables"
sino que, al contrario, su seguridad garantiza mejor los derechos civiles y la
privacidad. "Esta es una gran oportunidad, porque si el Estado deja de ser el
cliente cautivo puede emplear el dinero de todos en otras cosas que considere
más prioritarias", dijo Ramón, que reclamó no desaprovechar una oportunidad
"para la izquierda".
Neutralidad tecnologíca y libertad de mercado
Por parte del Grupo Socialista, Lourdes Muñoz aseguró que "los
monopolios no son buenos" pero que no se puede restringir la libertad de
elección, por lo que recordó que el Gobierno y el PSOE han puesto en marcha
políticas de impulso al software libre para facilitar la accesibilidad a las
páginas web de la Administración para que el ciudadano no se vea obligado a
adquirir un software, pero sin vulnerar la libre competencia.
La diputada socialista insistió en que desde su partido se cree en el desarrollo
basado en dos criterios: "la neutralidad tecnológica y de eficacia". Por
ello, señaló que su grupo está de acuerdo con la exposición de motivos del
proyecto, pero no con el articulado, ya que a su juicio "ésa no es la manera
de promocionar el software libre, porque hace falta más consenso".
Por último, adelantó que el Grupo Socialista va a presentar una
propuesta para que se inste al Gobierno a un compromiso de impulso de este tipo
de programas "como opción de libertad, pero garantizando la libertad del
usuario".
José Ignacio Echániz, diputado del PP explicó el rechazo de su grupo por
considerar la proposición "fruto del dirigismo tecnológico y limitadora de la
libertad". "Los gobiernos no deben regular para crear alternativas que ya
existen. Si el software libre es tan bueno, ¿por qué no dejan que compita en el
mercado?", se preguntó. Echániz tildó la iniciativa de discriminatoria, y
advirtió de que puede ir en contra de la libertad de mercado, las normas de
contratación pública y la propiedad intelectual.
Por otra parte, Echániz negó que se haya aprobado ninguna iniciativa similar en
ningún país del mundo, y previno sobre los efectos negativos para el mercado
doméstico de innovación y pequeñas empresas de programas con licencia.
Jordi Vilajoana, diputado de CiU, expresó que su grupo no apoyaría la
tramitación del Proyecto de Ley en la línea con lo redactado por entender que
afecta a la libertad de competencia y de elección del usuario, si bien apoyó que
se hagan actuaciones en línea con la potenciación del 'software libre'. En este
sentido, pidió que no se hagan "brindis al sol de 'progres'", y aseguró que
se han hecho progresos en la difusión del uso de programas libres.
Además, recordó que incluso en las pruebas de selección para puestos públicos en
Cataluña se pide a los aspirantes que expliquen de memoria el funcionamiento de
programas como el Office de Microsoft, al no disponer de ordenadores para hacer
la prueba, por lo que desaconsejó una ley en esta línea por "razones de
eficacia".
Por último, Francisco Rodríguez, del BNG defendió las virtudes de estos
programas y su carácter social, mientras que José Antonio Labordeta (CHA)
apoyó las motivaciones de IU-ICV y ERC, además de hacerse eco de las peticiones
de usuarios jóvenes, ante las que dijo haberse sentido "impresionado". Para
José ramón Beloki, del Grupo Vasco, la proposición presentada cae en "errores
de concepción como identificar el software libre con el gratuito y el de código
fuente accesible, lo que no siempre ocurre". Ayer no fue la primera
ocasión en que el Congreso de los Diputados debatía sobre el software libre y su
implantación en la Administración. El 16 de septiembre de 2002 fue rechazada una
proposición también de ley presentada por ERC. Una ley similar fue debatida en
el Parlamento catalán el 25 de octubre del 2002. Fue rechazada por el entonces
grupo mayoritario de la cámara, CiU, con el apoyo del Partido Popular |