De hecho, el director ejecutivo de Vodafone, Arun Sarin, se ha mostrado
"encantado" con haber logrado el control de Telsim, ya que Turquía cuenta con
"un mercado superior en población a cualquier país europeo salvo Alemania" y que
la compañía adquirida cuenta con un nivel de penetración del 53 por ciento.
Para Vodafone, la compra es una oportunidad única para entrar con fuerza en el
mercado turco. Además, la operación está en la línea de la estrategia del grupo
de crecer en los sectores emergentes.
Entre otras cifras utilizadas para justificar la dinámica, el grupo destaca los
72 millones de habitantes de Turquía, el cuarto mayor mercado del mundo en los
que Vodafone tiene presencia, y el rápido crecimiento y la juventud de la
población ya que el 47 por ciento no ha llegado a los 35 años.
En términos financieros, Telsim registró un incremento en sus ingresos en los
primeros siete meses del año un 7 por ciento superior al de 2004. En apenas doce
meses, sumó 2,8 millones de nuevos usuarios, lo que supone un ritmo de
adscripción del 53 por ciento.
Vodafone no adquirirá los pasivos de Telsim, incluido los relacionados con
Motorola y Nokia, salvo algunas cargas relacionadas con costes laborales. Con
todo, la transacción está pendiente del visto bueno de las autoridades turcas y
no quedará cerrada probablemente hasta el primer trimestre de 2006.
Una vez completada la compra, el grupo británico prevé realizar una importante
inversión en las redes de Telsim para mejorar su posición en el mercado turco. A
corto plazo, esta inyección podría rondar los 850 millones de euros.
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