La Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de
Entretenimiento (aDeSe) recoge en un código de conducta una serie de consejos
básicos acerca de la compra y consumo responsable de videojuegos para los niños
con el fin de proteger los derechos de la infancia.
La guía aDese se centra exclusivamente en los videojuegos destinados a menores,
que cada vez demandan más este tipo de ocio y especialmente en fechas de consumo
elevado como son las Navidades.
Algunos estudios han destacado las bondades del uso de videojuegos, como el
desarrollo de habilidades psicomotrices y la adquisición de conocimientos,
aunque han advertido contra su abuso.
"La responsabilidad de padres y educadores es clara a la hora de favorecer el
correcto uso de los videojuegos por parte de sus hijos, siendo responsables de
su control, así como de la interacción con contenidos adecuados para su edad",
explica Carlos Iglesias, Secretario General de aDeSe.
Entre los consejos básicos que recoge la guía estaba la identificación correcta
del producto, que debe estar catalogado según edades, así como la información
previa de su contenido.
La guía desaconseja también la compra de videojuegos pirata y en el 'top manta'
más allá de sus implicaciones legales, por ser más difícil su catalogación, así
como de las simulaciones de videojuegos que existen en Internet, que no tienen
ningún control.
Se aconseja a los padres que se esfuercen por conocer lo que entretiene a sus
hijos e inviertan tiempo en jugar con ellos, que impongan criterios responsables
respecto a la limitación del tiempo, alternación con el estudio, etc.
Si lo anterior no funciona, se recuerda que en las videoconsolas existe la
posibilidad de bloqueo y control parental.
Resumen de la Guia ADESE |
Con objeto de ayudar lo
máximo posible a los padres a la hora de desempeñar esta tarea y de
facilitar la correcta elección de videojuegos orientados a menores de
edad, aDeSe recoge en la siguiente guía de conducta una serie de consejos
básicos para su adquisición.
1. Identifique el producto que desea adquirir. Existen ediciones de sagas,
o videojuegos de la misma familia, en las que cada videojuego puede estar
catalogado para una edad diferente.
2. Infórmese previamente sobre el videojuego que desea el menor. Qué tipo
de escenas incluye y qué nivel de dificultad tiene. Como principal
responsable, compre siempre lo que usted considere adecuado conforme a su
juicio.
3. Mire siempre el código PEGI. Todos los videojuegos presentan en la
portada de la carátula la clasificación por edades. En la parte posterior
generalmente aparecerán los iconos descriptores de los contenidos del
juego, excepto en los videojuegos recomendados para la edad +3.
4. Contenidos por edades. El descriptor que informa del contenido del
videojuego es un indicador progresivo. A mayor clasificación de edad,
mayor nivel de contenido definido por los descriptores. Por ejemplo, un
videojuego +16 con indicador de lenguaje soez tendrá este tipo de lenguaje
en mayor grado que un videojuego con el mismo descriptor y catalogado como
+12.
5. Videojuegos para mayores. Los videojuegos expresamente catalogados para
+18 no son para menores. Pueden contener elevadas dosis de violencia,
escenas sexuales y otros contenidos destinados a personas mayores de edad.
El consumo de estos productos es una opción equiparable al resto de las
existentes en el sector audiovisual (música y cine) para personas adultas.
Su desarrollo por parte de las compañías se enmarca dentro de la libertad
de creación artística; su consumo, dentro de la libertad individual de
toda persona mayor de edad.
6. Copias pirata. La compra de videojuegos piratas y en el top manta, más
allá de sus implicaciones legales, puede constituir una compra de riesgo a
la hora de garantizar la correcta clasificación de un producto.
7. Bondades de los videojuegos. Es un hecho contrastado que los
videojuegos contribuyen a desarrollar aspectos intelectuales y
psicomotrices del niño. Pero es necesario actuar con prudencia y vigilar
la adecuación de edad de los videojuegos.
8. La trampa de Internet. Existen en Internet simulaciones de videojuegos
de las cuales la industria no es responsable. Son productos sin control
legal, creados por individuos de manera espontánea y sin respetar códigos
éticos.
9. Videojuegos divertidos y de alto contenido pedagógico. Los videojuegos
no están concebidos para educar, sino para entretener, en los márgenes de
edad que establece el código PEGI. Si su interés se centra en el ámbito
educativo, el mercado ofrece abundante material de este tipo.
10. Control paterno. Recuerde que en las videoconsolas existe la
posibilidad de bloqueo y control parental. Adopte también criterios
responsables respecto a la limitación de tiempo, postura correcta,
distancia ante la pantalla, alternancia con otros juegos, alternancia con
el estudio, etc.
11 . Conozca el mundo de los videojuegos. Haga un esfuerzo, con el fin de
conocer aquellos con los que juegan sus hijos. Procure también jugar con
ellos. Esto le ayudará a comprender mejor sus factores de atracción, a
valorar sus aspectos positivos, a mantener criterios más adecuados a la
hora de comprarlos y, en definitiva, a conseguir una mejor comunicación en
el entorno familiar.
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