Agencias - "Tenemos un satélite que funciona", dijo el jefe del
proyecto Galileo en la AEE, Javier Benedicto, interrogado telefónicamente por la
AFP desde el centro espacial ruso de Baikonur, en Kazajstán.
El lanzamiento de Giove A mediante un cohete Soyuz se llevó a cabo a las
05H19 GMT pero el éxito de la misión no podía anunciarse antes de que el
satélite llegara a su órbita definitiva, desplegara sus paneles solares y
cargara los programas informáticos necesarios en el ordenador de a bordo.
"De hecho, todo ocurrió aún mejor de los previsto gracias a una puesta en
posición de gran calidad -gracias a la lanzadera Soyuz- que permitió acelerar
las operaciones de estabilización del satélite desde el suelo", agregó
Benedicto.
El satélite será sometido ahora a intensas pruebas y debería poder transmitir
su primera señal dentro de "tres o cuatro días".
Se prevé que el programa Galileo, valorado en 3.600 millones de euros,
entre en servicio en 2008 y a la larga tendrá 30 satélites, poniendo fin a
la dependencia europea en el GPS, un sistema gestionado por el Ejército de
EEUU. El GPS es en la actualidad el único sistema mundial que ofrece
servicios que van desde la asistencia en carretera a ayuda en tareas de
rescate. Los críticos dicen que el servicio ofrece menos precisión para
proyectos civiles que para propósitos militares o de inteligencia.
"La radio-navegación basada en Galileo será un servicio de la vida
diaria, que ayudará a evitar atascos de tráfico y a rastrear cargas
peligrosas".
Los responsables de la UE dicen que Galileo, una alianza del sector
público y privado, ofrecerá un posicionamiento más exacto. La Comisión
quiere que dos tercios de la financiación procedan de la industria y el
resto de las arcas públicas.
Si tiene éxito, el satélite supondrá un gran paso en el mayor programa
espacial europeo, que implica a firmas como el gigante aerospacial EADS,
las francesas Thales y Alcatel, la británica Inmarsat, la italiana
Finmeccanica y las españolas AENA e Hispasat.
Galileo, que se desarrolla con la ayuda de varios países no europeos como
Ucrania, Israel y China, creará unos 140.000 puestos de trabajo en Europa,
según datos oficiales.
La UE y EEUU llegaron el año pasado a un acuerdo para hacer que Galileo
fuera compatible con el GPS.
Inicialmente Washington había mostrado su descontento con Galileo,
alegando que podría suponer una potencial amenaza de seguridad ya que sus
señales podían interferir con las del GPS. |
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