Asaltó, al menos, quince viviendas en la provincia de Madrid. Pero, aunque se
llevaba algunos objetos, su objetivo principal no era robar. Este peculiar
ladrón buscaba siempre el teléfono de la vivienda para llamar durante horas a
líneas eróticas. En algún caso, ha dejado facturas de varios miles de euros. La
Guardia Civil acaba de "cortarle la línea" y su carrera de delincuente.
|
Más de 4500 euros en llamadas telefónicas. Ese fue el recuerdo que le dejó al
propietario de una de las viviendas asaltadas. Juan Martín, de 40 años, llevaba
al menos, dos meses entrando a robar en casas de Galapagar y El Escorial, en
Madrid. Siempre en domicilios cercanos al chamizo en el que vivía. Está
comprobada su presencia en quince chalets.
"El fin principal era realizar llamadas telefónicas a números 805 y 806, de
números de tarificación adicional, de líneas eróticas, y luego podía sustraer
algunas piezas pequeñas de joyería, y comer y beber cualquier cosa que se
encontrara en la casa", explica Jesús Hernández, portavoz de la Guardia
Civil de Madrid.
El detenido podría ser autor de, al menos, 300 llamadas a teléfonos eróticos
hechas desde las casas que asaltaba. El gasto ocasionado a los propietarios
supera los 13.000 euros. Elegía siempre casas utilizadas como residencia de fin
de semana o vacaciones.
"Actuaba entre semana, entraba de madrugada, a sabiendas de que era imposible
que hubiera nadie en su interior y, en alguna de las casas, se ha encontrado un
cochón, una especie de camastro, en el que pernoctaba", añade el agente.
Fue arrestado durmiendo en el interior de una de las viviendas y se le
intervinieron tres cadenas y una pulsera de oro, cuatro teléfonos y otros
objetos fruto de sus robos. |