Agencias -
"Ustedes pueden venir, tener un trago gratis, y echar una ojeada", dijo Bob de
Maan, vocero del "Bar Banana", donde hay espectáculos sexuales en vivo.
"La gente cree que esto es algo sucio, pero ahora las puertas están abiertas.
Cualquiera puede echar una ojeada por su cuenta", señaló.
La prostitución en Amsterdam tuvo su momento culminante durante el siglo XVII,
cuando las prostitutas atraían a marineros que estaban de franco.
Con sus mujeres vestidas en ropa interior y sus luces de neón rojo, el área en
el centro de la ciudad se convirtió en un gran atractivo turístico en el siglo
XX. El gobierno holandés legalizó la prostitución en el 2000 con el propósito de
que fuera más fácil regularla y cobrarle impuestos.
Pero los problemas han continuado, pues la zona se ha convertido en un imán para
rufianes, drogadictos, delincuentes menores y tratantes de blancas.
La propuesta de invitar al público a "echar un vistazo" surgió tras una
propuesta del líder del principal partido político en Amsterdam, a fin de
impedir que las mujeres se ofrezcan a eventuales clientes desde ventanales.
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