Redacción - Un grupo de importantes empresas del sector informático
agrupadas en la asociación ECIS presentó hoy a la Comisión Europea una
denuncia contra Microsoft por abuso de posición dominante e intentar
extender su monopolio, lo que fue negado por el primer fabricante mundial de
programas.
ECIS -siglas en inglés de Comité Europeo por Sistemas Interoperativos y
formada por IBM, Sun Microsystems, Oracle, RealNetworks y Nokia- pidió a la
Comisión que ponga fin a aquellas prácticas comerciales de Microsoft que
"refuerzan el monopolio" de hecho que le confiere el dominio de su sistema
operativo Windows.
En un comunicado de la organización señaló que su objetivo es "una serie de
prácticas comerciales de Microsoft que amenazan con privar a las empresas y
los individuos de una elección auténtica entre programas que compiten entre
sí".
Por ello, demanda que las autoridades de Bruselas pongan fin a esas
prácticas, que según ECIS refuerzan el monopolio de Windows y extienden "su
posición dominante para una serie de productos existentes o anunciados".
El comunicado de ECIS añade que estas prácticas incluirían "prácticas de
ventas vinculadas y no divulgación de información de interfaces, similares a
aquellos por los que el grupo (Microsoft) ya fue condenado" en 2004 por el
Tribunal Europeo de Justicia.
Fuentes de la Comisión Europea confirmaron la recepción de la demanda, e
indicaron que los servicios de Competencia del Ejecutivo comunitario "la
está analizando", pero evitaron dar más detalles.
Microsoft respondió con una fuerte crítica contra ECIS, al acusar a sus
integrantes de ser competidores que intentan "usar el proceso regulador en
provecho suyo. Cuando se enfrentan con la innovación, eligen la litigación",
señaló un portavoz del gigante informático.
"Responderemos de forma rápida y completa a cualquier petición de
información que haga la Comisión en este asunto, pero hasta ahora no hemos
recibido peticiones en ese sentido", añadió el portavoz.
Microsoft se encuentra envuelta en un largo proceso legal con las
autoridades comunitarias acerca de si ha cumplido las exigencias que le
requirió en marzo de 2004 una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE,
que también impuso a la compañía una multa récord de 497 millones de euros.
El Tribunal también exigió a Microsoft que ofreciera información técnica a
sus competidores para que sus programas pudieran interoperar con el sistema
Windows.
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