Agencias - Este robot "analiza el aire permanentemente gracias a sensores
y detecta las sustancias que pueden ser nocivas al ser humano", explicó Ulf
Stremmer, director ejecutivo de la empresa berlinesa Robowatch Technologies, que
ideó a 'Ofro'.
Equipado por antenas UMTS (telefonía móvil de tercera generación) y acceso a
redes locales inalámbricas, el robot de 50 kilos de peso registra los datos y
puede alertar a una central. Es precisamente eso lo que hará en el Estadio
Olímpico de Berlín, donde se jugarán varios partidos de la Copa del Mundo,
especialmente durante la final.
Para la Copa del Mundo, que tendrá medidas excepcionales de seguridad, la
empresa encargada de la vigilancia en el legendario estadio de la capital
alemana, donde se realizaron los Juegos Olímpicos de 1936, pidió un ejemplar de
'Ofro', aseguró Stremmel. Las empresas de vigilancia figuran entre las
principales compradoras de estos modelos lanzados en 2005 que llegan a todo el
mundo, desde países europeos hasta China y Singapur, segúm Stremmel. Incluso,
los ejércitos de Francia, Alemania y China ya manifestaron su interés, afirmó el
empresario.
Ciertos ejemplares de 'Ofro' son pintados con pintura de camuflaje como los
vehículos militares, pero el que vigilará en el Estadio Olímpico será plateado,
según un pedido especial de la empresa que solicitó el robot. 'Ofro', que
funciona a partir de control remoto o de un itinerario predefinido, puede
también detectar "una presencia sospechosa tanto de día como de noche",
gracias a una cámara móvil fijada en la parte superior, a 1,20 metros de altura,
dijo el empresario. "'Ofro' puede dar el alerta, por ejemplo, de una intrusión
nocturna en el estadio. El robot es un complemento a otras medidas de
seguridad", explicó Stremmel.
Implantada en lo que era el Este de Berlín, Robowatch Technologies ya registró
27 pedidos de 'Ofro' apenas este año, después de haber comercializado 12
ejemplares en 2005. El actual modelo del robot soporta variaciones de
temperatura que van desde los 15 grados centígrados bajo cero a los 50 grados, y
es la segunda versión de un robot lanzado en 2003 y que solamente podía ser
utilizado en recintos cerrados.
"Por el momento, somos la única empresa del mundo en ofrecer 'Ofro', y el
precio oscila entre los 55.000 y los 85.000 euros. Habrá nuevos interesados,
seguramente, porque el mercado de robótica tendrá fuerte crecimiento en los
próximos años", estimó Stremmel.
La empresa, que emplea 34 personas, ya está trabajando en un nuevo modelo, menor
y más liviano, que tendrá la capacidad de subir escaleras y será recomendado
para situaciones de peligro o ingreso a zonas de difícil acceso, como edificios
afectados por un terremoto.
|