El exceso de colesterol, la encefalopatía vascular, el déficit metabólico y
la depresión son los problemas de salud más comunes de este colectivo
profesional de alto riesgo.
Los datos se desprenden de un estudio sobre el estado de salud de este colectivo
presentado por el presidente del Centro de Investigación Biomédica EuroEspes,
Ramón Cacabelos.
El informe, que se basa en los análisis realizados a 192 ejecutivos españoles
(126 hombres y 66 mujeres), contempla que uno de cada cinco directivos presenta
problemas de salud que pueden anunciar problemas futuros.
Según este primer estudio, el 22% de los ejecutivos padece problemas de tipo
cerebrovascular, como mareos, vértigo o dolores de cabeza, el 15% tiene cefaleas
y más del 17% padece trastornos depresivos.
En encuentro informativo, Cacabelos destacó que la carga de responsabilidad, el
estrés o la ansiedad son algunos de los factores desencadenantes de los
problemas de salud que padecen los altos directivos.
En este sentido, casi la mitad de los mismos presenta índices de colesterol
superiores a los considerados saludables, un 15% supera la tasa normal de
glucosa y un 7% tiene carencia de ácido fólico.
Las pruebas realizadas revelaron también que una cuarta parte de los directivos
mostró resultados anormales en los electrocardiogramas y un 15% en los escáner
cerebral.
Cacabelos subrayó que solo un 7% de los directivos empresariales españoles goza
de un buen estado de salud.
También, afirmó que la implantación de planes preventivos llevados a cabo en las
empresas podría reducir entre un 40 y un 50% los costes directos e indirectos de
este segmento en las compañías.
En concreto, las referencias aluden a los costes relativos al tratamiento,
diagnostico de enfermedades, carga psicológica y horas perdidas en detectar la
patología.
En el caso de EuroEspes, el coste de un diagnóstico preventivo para un directivo
al año (se hace una vez en la vida) es de 6.000 euros y el tratamiento de una
cardiopatía (directivo/año) alcanza los 12.500 euros, lo que supone para la
compañía un beneficio preventivo de 6.500 euros al año, apuntó.
En el caso de un ictus o infarto cerebral el tratamiento se sitúa en 33.500
euros, lo que supondría un beneficio preventivo de 27.500 euros.
Cacabelos manifestó que "si se consiguiera retrasar un año la aparición de una
enfermedad, se reduciría hasta un 30% la prevalencia de esa patología".
Las pruebas realizadas, también indicaron que un alto porcentaje de los
directivos muestra daños en el hígado relacionados con la ingesta de alcohol y
con una mala nutrición.
El presidente de EuroEspes destacó que "no existen diferencias significativas,
entre hombres y mujeres, salvo las inherentes a la diferencias biológicas de
ambos sexos".
A pesar de esto, las mujeres tiene más recursos para hacer frente a situaciones
de estrés, sobre todo las que lo compaginan con la maternidad.
El Centro de Investigación aconseja, con el objetivo de prevenir las
enfermedades, llevar una nutrición adecuada, realizar ejercicio físico de manera
regular, hacerse chequeos periódicos de rutina, disfrutar de un equilibrio
emocional y desarrollar planes de prevención de riesgos, entre otros factores.
Respecto a los planes de prevención de enfermedades, solo en un 45% las empresas
realizan chequeos rutinarios y un 60% responde a la propia iniciativa del
empresario.
Cacabelos aseguró que las enfermedades del corazón son las causantes en un 28,5%
de la muerte en seres humanos, mientras que el cáncer la provoca en un 22,8%.
Las enfermedades del sistema nervioso que afectan al personal cualificado de la
empresa reducen la productividad de la compañía manifestada en pérdidas
económicas.
Además, la situación laboral del directivo cambia sustancialmente, ya que se
produce una pérdida de liderazgo y de competitividad en el trabajo.
En el ámbito personal, el paciente puede sufrir un deterioro de su vida social y
familiar que puede llegar a convertirse y según el grado de su enfermedad, en
discapacidad física o psíquica.
En la actualidad, apuntó, Estados Unidos y Japón gozan ya de planes de medicina
preventiva, teniendo éste último una cobertura médica del cien por cien.
Cacabelos subrayó que "en Canadá los problemas de hipertensión arterial se han
reducido de un 20 a un 5% en los últimos 15 años gracias al establecimiento de
los mecanismos de prevención".
En ocasiones, el paciente puede verse afectado por las llamadas "patologías
silenciosas", enfermedades que en principio carecen de síntomas pero que a
partir de los 60 años pueden provocar daños irreversibles, como la aparición de
un accidentes cerebrovascular o un ictus.
La investigación de este estudio se ha llevado a cabo en el Centro de
Investigación Biomédica EuroEspes en Bergondo (A Coruña) y se enmarca dentro del
Programa de Prevención de Riesgo Cerebral que implantó la compañía en 2005.
Este programa permite a las empresas españolas cuidar el "cerebro" de sus
directivos, que es su herramienta de trabajo principal y también, la más
vulnerable por las continuas situaciones de desgaste y estrés a las que se
somete. EFECOM
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