En respuesta a las demandas presentadas por RTL en 2000 y Music Choice Europe
en 2003, la Comisión Europea (DG Competencia) envió el pasado 3 de febrero de
2006 un pliego de cargos a la Confederación Internacional de Sociedades de
Autores y Compositores (CISAC) y a 24 de sus miembros del espacio económico
europeo. El documento –que sólo se refiere a las transmisiones de música por
cable, satélite e Internet- considera contrarias a las normas de la competencia
algunas cláusulas de los contratos de representación recíproca entre las
sociedades de autores.
Entre las entidades de gestión los contratos de representación recíproca son un
eficaz sistema. Adoptados por las sociedades de todos los países, permiten que
cada una funcione como una ventanilla única que autoriza, con una sola licencia,
la utilización en su territorio de la totalidad del repertorio mundial. De este
modo, se garantiza a los creadores que todo uso de sus obras será remunerado de
forma equitativa, cualquiera que sea el país donde se exploten dichas
creaciones.
Durante los últimos años, la CISAC había abandonado ya dos de las tres cláusulas
a las que alude la queja de Comisión Europea: el derecho de los autores de
pertenecer a la sociedad de su elección dentro del espacio económico europeo y
la ausencia de exclusividad de representación de una sociedad de autores en otro
territorio. Territorialidad
La Comisión Europea pide que se retire la cláusula de territorialidad, que ya
había sido validada por la propia Comisión en 1999 y por el Tribunal de Justicia
de las Comunidades Europeas en 1989. La territorialidad y los acuerdos de
representación recíproca son la columna vertebral del sistema actual de la
gestión colectiva de los derechos de los creadores. La CISAC, que ha solicitado
a la Comisión Europea una audiencia para argumentar su respueta, no puede
cuestionarse estos acuerdos sin valorar seriamente las consecuencias que se
derivarían de su eliminación, principalmente para los creadores y la diversidad
cultural. La CISAC defiende el mantenimiento de esta cláusula.
Las creaciones culturales no pueden compararse con bienes o servicios
ordinarios, como ha señalado la Convención de la UNESCO para la Diversidad
Cultural. En octubre de 2005, la CISAC se felicitó por las declaraciones del
Comisario Europeo de Mercado Interior, Charlie McCreevy, que afirmó que "el
contenido no debe venderse a saldo".
Esta misma argumentación es la que, en estos momentos, defiende la SGAE cuando
en España se debate la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, que
menosprecia en su nuevo articulado el valor del trabajo de los creadores.
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