La empresa de Bill Gates fue declarada culpable de impedir a la competencia
desarrollar programas compatibles con el sistema operativo Windows. Por ello se
le aplicaron millonarias multas y se le obligó a difundir los códigos del
sistema para permitir la compatibilidad.
Microsoft asegura haber cumplido con la totalidad de los requerimientos, pero el
mes pasado la Unión Europea realizó una inspección y determinó que la
información difundida no resultaba suficiente, per lo que se le otorgó un nuevo
plazo.
Si la próxima inspección resulta insatisfactoria, las sanciones podrían
agravarse y se le comenzará aplicar una multa de dos millones de euros diarios,
hasta que se verifique el cumplimiento de las penas.
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