Las editoriales tienen miedo de Internet y de los cambios de la sociedad
digital. Esta ha sido una de las principales conclusiones de la jornada
“Industria cultural y nuevas tecnologías” organizada por la Fundación Barcelona
Digital y que se ha celebrado hoy en el CaixaForum. Entre los ponentes han
figurado destacados representantes de entidades artísticas, del mundo
tecnológico y de las propias empresas editoras.
Javier Celaya, director de Dosdoce, ha inaugurado esta jornada planteando el
reto en el que se encuentra la industria ante este cambio de acceso cultural.
Según Celaya, el principal problema recae en que la industria cultural ignora
las nuevas tecnologías y sus posibles aplicaciones sin tener en cuenta que
existe una brecha tecnológica y generacional que transforma por completo el
mercado.
El reciclaje de los profesionales, otro obstáculo
También Valentí Farràs, coordinador comercial de los centros sociales y
culturales de la Fundación ‘la Caixa’, ha coincidido con Celaya en señalar que
el desconocimiento ante una situación de cambio por parte de editoriales y
empresas son la principal barrera ante la implantación y el desarrollo de la
cultura en Internet.
Nacho Fernández, socio director de Literatura.com, una de las primeras
editoriales españolas creadas para trabajar exclusivamente en Internet, destaca
que la situación actual ha cambiado mucho respecto al año 2000, y que la demanda
se ha incrementado. Hoy en día, según Fernández, son los usuarios los que exigen
un nuevo acceso a la cultura a través de Internet.
La jornada de la Fundación Barcelona Digital también ha contado con la presencia
de Franziska Schaefer, responsable de formación en línea de la Fundación
Bertelsman, quien ha señalado la necesidad de formar y reciclar a los
profesionales del sector de la biblioteconomía y documentación. Schaefer cree
que Internet se está convirtiendo no solo en ‘escaparate’ de la realidad sino en
el mayor centro de documentación del mundo y por eso urge integrar las nuevas
tecnologías en el uso de las bibliotecas y los espacios culturales. |