Gilberto Gil, ministro del Cultura del Brasil, ha dado el pistoletazo
de salida a la octav , Francisco Ros; el consejero de Industria, Trabajo y
Consumo de la Generalitat de Cataluña, Jordi Valls, el segundo teniente
de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Portabella, y el
presidente del IGC y de la Fundación Barcelona Digital, Antoni Massanell.
"Contrariamente al miedo a ser devorados por las máquinas, ahora estamos
viendo que la revolución digital ofrece posibilidades para convertir nuestro
mundo en algo más democrático", ha asegurado el cantante y actual ministro
de Cultura del Brasil durante su intervención en la sesión de ayer por la
mañana, recordando que los orígenes de la revolución digital están en los
representantes del "movimiento libertario de la contracultura". La
cultura libre no conduce a una caída de las ventas Gilberto Gil, apostó
por modificar las leyes de propiedad intelectual en todos los países para dar
cabida a "opciones alternativas" teniendo en cuenta "las demandas
actuales a nivel global".
El ministro explicó que, en el caso de Brasil, la ley que establece la relación
entre autores, intermediarios y usuarios es "anacrónica", por lo que
reclamó "una noción nueva y más flexibilizada" del concepto de propiedad
intelectual.
En este sentido, el músico recordó que cuenta con un repertorio de cerca de 300
canciones, de las cuales "sólo 20 son conocidas", y todas ellas "pueden
escucharse por Internet" a través de su página web y no por ello disminuye
el número de ventas.
Gil propone una política en Brasil que busca el equilibrio "entre el derecho de
autor y el derecho público a acceder a esa obra", iniciativa que los sectores
más conservadores "rechazan totalmente" mientras los "más avanzados" creen que
"se debe considerar".
El ministro recalcó que "hemos salido de la tiranía ejercida por los
representantes de los autores, de todos los derechos reservados, para una
posición más flexible", a la que han mostrado su apoyo los artistas emergentes.
Sin embargo, Gil rechazó de las posiciones "fundamentalistas" y,
citando a Confucio, dijo que "el medio justo está en la posibilidad que
ofrecen los extremos".
Cultura hacker El ministro, firme defensor del software libre aseguró
que "la evolución tecnológica no se justifica por sí sola sino se da en
beneficio de la sociedad".Durante su intervención defendió la "ética hacker"
al presentar a estos como "militantes de la contracultura que vieron en el
ordenador una fantástica herramienta de comunicación".
Gilberto Gil ha opuesto el mundo "hacker" a lo que ha denominado "ortodoxia
analógica reaccionaria", un mundo que apuesta, según Gil, por el software libre
y al cual "internet le permite crear espacios de igualdad perenne".
Para el ministro brasileño, "los hacker crean, innovan, resuelven problemas y
ejercitan la organización de ayuda mutua y voluntaria", lo que a su juicio
encaja perfectamente con el espíritu fundacional de internet. Además, según
explicó, el uso del software libre permite acercar la tecnología digital a
amplias capas de la sociedad a las que hasta ahora les estaba vetado este
acceso.
Puso como ejemplo el programa: "Un PC para todos" que despliega el
gobierno de Lula da Silva para extender el uso de ordenadores accesibles de
precio y equipados con software libre y que ha supuesto un incremento de las
ventas de equipos en un 40%. "Algunas comunidades que viven en condiciones
similares a las del siglo XIX están ya disfrutando de los últimos avances de la
tecnología del XXI", asegura Gil para quien "las TIC son una herramienta
esencial para los países en vías de desarrollo"
"Gracias a internet un indio del amazonas puede ofrecer sus cestos
artesanales a compradores del primer mundo evitando intermediarios y
consiguiendo por ello un precio cien veces superior al que tenía antes al mismo
tiempo que el comprador consigue descuentos de decenas de veces",
reflexiono Gilberto Gil, durante su conferencia que supuso la apertura de la
VIII edición del IGC. |