Agencias - La Comisión Europea está estudiando la cuantía de la multa que
impondrá a Microsoft tras concluir que no ha cumplido las exigencias impuestas
por Bruselas en marzo de 2004 para permitir a otras compañías desarrollar
programas compatibles con su sistema operativo Windows.
Fuentes cercanas al caso confirmaron a EFE que el Ejecutivo de la UE ya ha
enviado a las autoridades de competencia de los Estados miembros la propuesta de
decisión en la que constata que el gigante informático no ha facilitado a sus
rivales la información necesaria para que sus programas sean compatibles con
Windows, pero precisaron que todavía no ha decidido el importe de la sanción que
le impondrá.
El próximo lunes, responsables comunitarios del área de Competencia discutirán
la propuesta de decisión con representantes de los Veinticinco, cuya opinión es
preceptiva pero no vinculante y que, previsiblemente, la respaldarán.
En un encuentro posterior, el 10 de julio, se discutirá el importe de la multa
que, según las fuentes, todavía no se ha determinado, pero que puede rondar los
400 millones de euros.
En diciembre pasado, la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, envió a
Microsoft un pliego de cargos al considerar que la información facilitada a sus
competidores hasta ese momento no era suficiente para garantizar la
interoperabilidad y le amenazó con una sanción de dos millones de euros por cada
día de incumplimiento.
Si finalmente la multa se fija con efecto retroactivo desde el 15 de diciembre
de 2005, su cuantía puede superar los 400 millones de euros.
El portavoz de Competencia de la Comisión Europea, Jonathan Todd, confirmó hoy
en rueda de prensa que Bruselas decidirá "antes de finales de julio" si impone o
no una multa diaria a la compañía informática.
Todd recordó que Microsoft ha tenido la oportunidad de responder al pliego de
cargos recibido en diciembre y también de ofrecer su punto de vista sobre el
caso en la audiencia oral celebrada en marzo pasado.
La disputa entre la Comisión Europea y Microsoft se remonta a marzo de 2004
cuando, tras una larga investigación, Bruselas concluyó que la compañía había
abusado de su posición dominante en el mercado y le impuso una multa de 497,2
millones de euros.
Estableció, además, dos medidas correctivas: comercializar en la UE una versión
de Windows sin el reproductor Media Player y ceder a sus rivales los datos
necesarios para que los programas de éstos sean compatibles con el casi
universal sistema operativo.
El gigante estadounidense ya cumplió la primera medida, pero no la segunda, en
opinión de la Comisión, por lo que en diciembre decidió enviar el pliego de
cargos y amenazarle con nuevas multas.
El caso llegó en abril pasado al Tribunal de Justicia de la UE, tras el recurso
presentado por Microsoft contra la decisión de Bruselas, aunque la sentencia se
demorará todavía bastantes meses.
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