En Brasil, la piratería digital se concentra en un 67 por ciento las clases más
altas y con mayor nivel de instrucción.
Por año se bajan unos 1.200 millones de piezas musicales o canciones, cifra que
equivale a 75 millones de compactos, que se suman a los 45 millones de discos
piratas vendidos en las calles, lo que produce un "efecto nefasto" sobre esa
industria.
La cifra duplica los 55 millones que se venden en forma legítima, destacó el
presidente de la Federación Brasileña de Productores de Discos, Paulo Rosa.
Las cifras sólo son superadas en la región por México, con 1.600 millones de
canciones, que equivalen este año a unos 110 millones de discos, muy por encima
de los 70 millones de discos piratas en ese país.
Atrás sigue Argentina, con 500 millones de "bajadas", que equivalen a 35
millones de discos, muy por encima de los 20 millones de discos piratas, destacó
Raúl Velázquez, director regional de la Federación.
"Fuimos los primeros sorprendidos por estas cifras. La piratería en Internet ha
superado a la piratería callejera", comentó a Efe Velázquez.
La Asociación Brasileña de Productores de Discos se sumó a esta campaña
internacional, "en función del potencial del mercado brasileño de música digital
y del tamaño de la piratería digital en el país".
Ahora pasa a combatir el problema de forma más enérgica, con acciones judiciales
contra usuarios, destacó.
El músico Fernando Brant, presidente de la Unión Brasileña de Compositores,
afirmó en la rueda de prensa que la copia de música en Internet se debe
considerar un crimen contra la propiedad intelectual, tanto en el mundo real
como en el virtual.
"No es porque exista un nuevo medio que la obligación y los derechos se esfuman
de repente", dijo.
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