Hollywood recorta el sueldo de sus "estrellas"
Jim Carrey, Nicole Kidman y Tom Cruise son algunas de las estrellas que aseguraban el éxito de una cinta; sin embargo, el fracaso de las taquillas de los últimos tiempos ha hecho a las productoras replantearse los sueldos altos de los actores, que en muchos casos rondaban los 25 millones de dólares por película.

Agencias -  En 2005 los beneficios cinematográficos bajaron en un 5.2 por ciento. Fracaso que ha provocado que los ejecutivos del celuloide se replanteen las nóminas de los intérpretes más mimados de la “Meca del Cine”.

Cuando Universal rompió el contrato con Tom Cruise muchos palidecieron. Eran conscientes de que la industria había decidido finalmente oír las opiniones de los expertos que ponían en tela de juicio el gancho de algunas de las estrellas que durante años reinaron en Hollywood.

Cruise "liberado" de su contrato ha podido negociar con otros estudios la producción de nuevos filmes aunque se da por seguro que sus ingresos, aunque seguirán siendo de los más elevados del sector, no estarán garantizados por el aval que siempre representa contar con el apoyo de uno de los grandes de Hollywood.

Por ahora el cache de Cruise se encuentra en algo más de 26 millones de dólares pero si el proyecto le gusta puede consentir una pequeña rebaja. Para muchos, es aún una cantidad inalcanzable vista la actual situación del cine y lo dificil que resulta alcanzar unas taquillas millonarias.

Kidman, también en rebajas

Nicole Kidman es otra de las actrices que aseguran la asistencia a los cines, sin embargo ya no es una garantía de éxito, pues dos de sus últimos estrenos, “Embrujada” y “Mujeres Perfectas”, fueron un estrepitoso fiasco, por lo que seguramente sus jefes abaraten su sueldo, que hasta ahora ascendía a 17 millones por filme.

Tres millones menos que Julia Roberts, cuyos últimos proyectos, “Ocean’s Twelve” (donde Steven Soderberg, director de la película, pagó menos a sus actores) y “Closer”, no defraudaron, confirmando que la actriz mantiene el tirón que demostró en “Pretty Woman”, aunque en esta ocasión estuvo acompañada por George Clooney y Brad Pitt.

También se puede seguir confiando en Angelina Jolie (12 millones por película), Renée Zellweger (lo mismo que Angelina) o Denzel Washington (20 millones por película).

Las cifras astronómicas que cobran las estrellas han empezado a cansar a los productores, que no ven luego los resultados reflejados en las taquillas, por lo que han decidido contratar a actores más baratos. Cuando Tobey McGuire exigió 21 millones de dólares para realizar Spiderman le amenazaron con llamar a Jake Gyllenhaal que “sólo” cobra 7 millones.


Ingresos variables en función de taquilla

Otro de los motivos por lo que los sueldos de los intérpretes deben bajar es porque las cifras de producción no hacen sino aumentar, según declaró Bill Mechanic, presidente de la 20th Century Fox.

Esta circunstancia ha motivado que los directivos de los estudios hayan optado por darles la opción a las estrellas de cobrar en función de los beneficios de la taquilla. El problema reside en que si la película resulta un fracaso, los actores casi no cobran, pero eso afecta a todos.

Mantienen sus sueldos Jim Carrey o Will Smith, reyes de la comedia (25 millones de dólares por película). También Tom Hanks se sitúa en la cresta de la ola, aunque asegura que los sueldos son “exagerados y desproporcionados”, pero no parece rechazar sus 25 millones por filme.

En una reciente entrevista declaró que “un profesor merecería mucho más ese sueldo”, por lo que probablemente estará de acuerdo con los recortes de salario que planean realizar desde los estudios.

A veces los actores quieren hacer un papel y entonces casi pagan por conseguirlo. Les da igual el caché. Es el caso de Johnny Depp, quien ha dejado de hacer películas que le interesen a él en detrimento de las que le interesen a sus hijos. Fue el caso de la segunda parte de “Piratas del Caribe”, película para la que trabajó por menos dinero del que está acostumbrado (17 millones de dólares).

Y si de rebajas se trata, brutal fue la que hizo Brad Pitt para trabajar en “El Asesinato de Jesse James”, de 20 millones de dólares, que es lo que normalmente cobra, a un millón de dólares. Y qué decir de lo que cobró por ser parte de “Babel”. El actor reconoció en una entrevista  que, encontrándose en una etapa más madura, prefería proyectos que valieran la pena y fueran más interesantes, sin importar si le dejaban grandes ganancias.

Más economico resulta contratar a las "nuevas" estrellas juveniles: Scarlett Johansson recibe 9 millones por actuar y la rebelde Lindsay Lohan, 7 millones y medio, aunque nadie asegura que cumpla escrupulosamente con su contrato de trabajo y que prefiera asistir a una fiesta que estar al 100% durante el rodaje.

Así que la moraleja está en que no importa cuánto inviertas en una película, una buena historia puede atraer a más gente que la presencia de una estrella, aunque no hay que olvidar que, también, a muchos espectadores la presencia de un artista es motivo suficiente para ver (o no) el filme.

 


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domingo, 25 mayo 2014

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